Universitario de Deportes comenzó el año con pie izquierdo. Quedar inhabilitado para contratar jugadores no fue el único problema que arrastró Pedro Troglio y, ahora, Nicolás Córdova.
a) La línea defensiva es el punto más flojo. Universitario siempre intenta ganar en volumen, cuando el rival ataca. Sin embargo, eso no le ha servido de garantía para sufrir un gol en contra. De hecho, Nicolás Córdova apela a la colectividad, para contrarrestar el ataque; pero su plan se cae a pedazos, porque su equipo carece de más jugadores ‘trajinadores’. No basta con Figuera y Páucar.
Por ejemplo, de nada sirve que los volantes, Roberto Siucho, Javier Núñez o el mismo Anthony Osorio hagan los recorridos por la banda, si sus pulmones no distribuyen bien el aire para aguantar la presión que implica defender y atacar durante 90 minutos.
Los partidos decisivos que afrontará Universitario en su lucha por permanecer en primera división
b) En las pocas intervenciones que realizó a lo largo de los cinco partidos que jugó, Germán Denis demostró ser un delantero capaz de aguantar la marca. Sabe jugar de espaldas al arco. También gana por arriba, pero desaparece cuando sale de los últimos 20 metros del área rival. ¿Es su culpa? En gran parte, no. Porque su especialidad es finiquitar en el área una jugada, que – se supone – debería concebirse en el medio campo.
c) No encontrar los reemplazos a tiempo obligaron a Nicolás Córdova a improvisar en algunas posiciones. A estos se suman las últimas lesiones de elementos que considera importantes, como Aldo Corzo y Alberto Rodríguez. Hace dos semanas recuperó al hombre más desequilibrante, Alberto Quintero, después de casi tres meses.