El destino de los futbolistas, al igual que la vida misma, es impredecible, como una tómbola donde el azar juega un papel esencial; un concepto que Manu Chao capturó de manera icónica en su canción “La Vida Tómbola”, dedicada a Maradona. Y así, como en una tómbola, Jesús Castillo Molina (23 años), el volante peruano del Gil Vicente, pasó de ser un jugador al margen, a convertirse en una pieza clave en la Primeira Liga de Portugal. Tras un verano lleno de incertidumbre, el volante hoy es titular y registra minutos en el fútbol europeo.
En julio de este año, Jesús Castillo se encontraba en un lugar incierto dentro del Gil Vicente. Tozé Marreco, entrenador en aquel momento, no lo consideraba en sus planes, y el peruano fue relegado al equipo Sub-23. Excluido incluso de los amistosos de pretemporada, su futuro en el club parecía condenado a un préstamo.
Sin embargo, cuando Marreco fue despedido, el escenario dio un giro rotundo. Con la llegada de Bruno Pinheiro al banquillo, el exjugador de Sporting Cristal recibió una nueva oportunidad y, en agosto, volvió a entrenar con el primer equipo. Su debut en la temporada 2024-2025 llegó contra Estoril, y a partir de ahí, su presencia en el campo solo fue en aumento.
Castillo acumuló siete titularidades en tan solo ocho partidos, superando en dos meses los minutos jugados en toda la temporada pasada. Con 580′ disputados, su esfuerzo y perseverancia han dado frutos en el club, que ha encontrado en él una solución efectiva para la media cancha.
El impacto de Castillo en el Gil Vicente va más allá de las apariciones en el campo; sus estadísticas reflejan una evolución notable en su juego. Según el portal Sofascore, Castillo mostró solidez defensiva con promedios sobresalientes: 1.0 intercepciones y 1.6 entradas por partido, junto con una posesión ganada de 0.6 y 3.4 balones recuperados. Su juego revela una notable eficacia, ganando el 46 % de los duelos totales y el 45 % de los duelos aéreos. Estos datos evidencian el compromiso de Castillo Molina en su juego defensivo, manteniendo la presión en la volante y recuperando balones esenciales para la transición de su equipo.
El buen momento de Jesús Castillo no ha pasado desapercibido para la Selección Peruana, y su presencia en la última fecha de las Eliminatorias al Mundial 2026 fue un reflejo de su crecimiento. Frente a Uruguay, ante la ausencia de Renato Tapia y Wilder Cartagena, tuvo la oportunidad de ser titular, disputando los 90 minutos y mostrando una capacidad defensiva que ayudó a contener el mediocampo. Ante Brasil, también tuvo registros valiosos a pesar de que el resultado no fue favorable (4-0).
Desde su debut con la selección en 2022, Castillo ha sumado experiencias en amistosos ante Jamaica, Panamá y Bolivia, y en los enfrentamientos más recientes de las Eliminatorias al Mundial 2026. Su desempeño en la Copa América 2024 y el amistoso contra República Dominicana, donde anotó su primer gol internacional, dieron cuenta de que no solo se está consolidando a nivel de clubes, también a nivel de selección.