Cuando el juez esloveno Slavko Vincić pitó el final del encuentro entre Bayern Munich y Villarreal, disputado el pasado martes en Alemania, Lorenzo Belmont no pudo más con la emoción por la clasificación de su equipo a semifinales de la “Orejona”. El equipo que le abrió las puertas en Europa y del que es un ferviente fanático, había logrado una gesta histórica en la Champions League. Un momento que quedará guardado para siempre en la memoria de este defensor central y peruano de 14 años.
Hizo sentir su alegría y felicidad a través de publicaciones en sus redes sociales, aquellas que lo mantienen conectado con su familia y amigos en el Perú, país que lo vio nacer y el cual tuvo que dejar hace dos años. Esto sucedió tras una propuesta que llegó del ‘Submarino Amarillo’, club que apostó por él para que pueda formar parte de sus divisiones inferiores.
De Matute a Castellón
Sus primero pasos en el fútbol lo hizo en la Academia Cantolao. Sus destacadas actuaciones lo llevaron a Alianza Lima. Sin embargo, este defensa central de metro setenta y cinco no duraría mucho tiempo en tienda blanquiazul. A mediados del 2020, con apenas 12 abriles en el calendario, Villareal le hizo llegar una propuesta irrechazable.
“Yo jugaba en Alianza y de repente me llego una carta en la que ellos estaban interesados en mí. Esto pasó en época de confinamiento. No lo pensé dos veces y viaje a España en agosto. Al mes siguiente ya estaba instalado. No sé cómo, ni cuándo me vieron. Pero hay que aprovechar las oportunidades”, le cuenta a Depor.
Pese a que por su edad no puede tener un contrato profesional, el conjunto ibérico lo tiene becado en su escuela y además le paga la totalidad de sus estudios. Para ellos es importante que se concrete un crecimiento, tanto en lo académico como en lo deportivo.
En el equipo sensación de Europa juega para la categoría Cadete (2006-2007). Su posición natural es defensa central, pero también puede desenvolverse como mediocentro defensivo y lateral. Le inculcan a que sea una pieza polivalente dentro del campo de juego.
No le teme a la responsabilidad
Tomar la decisión de mudarse a otro continente es algo que no le terminó costando mucho, ya que estaba convencido de sus metas: “El poder cumplir mi sueño fue lo principal para poder tomar la decisión, porque siempre tuve muy claro mi objetivo en el deporte, que es llegar a ser futbolista profesional”.
Aunque aún le faltan cuatro años para sacar el DNI azul, Lorenzo vive solo en el Viejo Continente. Sus padres residen en nuestro país y viajan a verlo cada vez que pueden. Él se encuentra acogido por una familia adoptiva que es contratada por Villarreal, donde convive con otros jugadores de la formativas.
Si para un adulto es complicado cambiar de aires y cultura, para esta joven promesa podría ser más duro aún. De eso fueron conscientes en el club y por esa razón le brindan asesoría psicológica.
“Tengo un psicólogo que me ayuda a mantenerme en la línea, pero fuera de eso una de mis principales cualidades siempre ha sido la mente. Me considero una persona muy centrada y disciplinado con lo que quiero”, afirma.
Sueño de primera
Al inicio le costó la adaptación al ritmo de juego europeo. Pero sabe que fue lo mejor pisar suelo europeo siendo tan joven. Ahora el camino es llegar al plantel principal. Para ello aún tendrá que recorrer la categoría juvenil y la reserva. El camino es largo, pero nada lo va a detener. De eso está seguro.
Por ahora se ilusiona con que algún día pueda jugar y destacar en la Champions League, tal como lo vienen haciendo el conjunto de Unai Emery, instalado entre los cuatro mejores del certamen. La joven promesa peruana explica un poco una de las principales razones del éxito de dicha institución.
“Estos logros son en gran parte gracias a sus canteras. Se invierte mucho tiempo y dinero para formar grandes jugadores y sobre todo excelentes personas. Me siento muy orgulloso y siento una gran responsabilidad de poder representar al Villareal dentro y fuera de la cancha”, comenta.
A diferencia de otros equipos, Villarreal comparte la ciudad deportiva con las categorías inferiores. Esto hace que para Lorenzo sea muy normal encontrarse con los jugadores del primer equipo, ya sea viendo sus entrenamientos o cruzándose con ellos. Eso si, tiene dos favoritos, a quienes ve como modelos a seguir: Juan Foyth y Pau Torres.
Lo más próximo en competencias es el campeonato llamado Yellow Cup. El pequeño defensor se prepara arduamente para este nuevo reto. También quiere dejar en alto el nombre de su equipo. Por otro lado, también le ilusione poder vestir la camiseta de Perú. Ojo que desde la Videna ya lo contactaron y tal vez en unos años podamos estar hablando de un seleccionado en la élite del balompié del Viejo Continente.
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