Paolo Guerrero se ha vuelto el símbolo de un país en una lucha por recuperar terreno en las Eliminatorias y el Guerrero de una difícil misión en búsqueda de los tres puntos ante Chile. Tras sus partidos ante Ecuador y el último ante Argentina, el delantero del Flamengo ha vivido una especie de reconciliación ante sus fanáticos más críticos y ha provocado la efervescencia de aquellos que nunca han dudado del rendimiento del '9' de la Selección Peruana.
El goleador histórico (28) de la blanquirroja puede que no sea el atacante más eficaz en cuanto a la definición, pero sí cumple otra serie de requisitos que lo hacen uno de los más peligrosos a nivel de Sudamérica y, especialmente, ante un equipo como el Chile de Pizzi. Aquí explicamos sus virtudes.
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1. La posición: Se ubica como un '9' clásico y realiza funciones tácticas, en lo ofensivo, a la altura de los grandes delanteros en la actualidad. Cuando Perú no tiene la fortuna ni la técnica para salir con el pie desde Gallese, Guerrero trabaja como un pívot para marcar el ritmo de ataque.
Aguanta, recepciona o sirve con la cabeza para los compañeros en los extremos. Frente a defensores de menor corpulencia como tamaño, como es el caso de los chilenos, sería clave en el funcionamiento nacional. Los últimos dos partidos de Paolo ante Chile, los ha jugado sobre los 7 puntos.
2. Los movimientos: es un delantero al que le gusta jugar con libertad. Se recuesta por la izquierda, derecha y retrocede metros de acuerdo a cómo lo pide la jugada. Frente al Chile de Sampaoli, supo encontrar los espacios de un equipo con orden ofensivo para habilitar a compañeros en las bandas. De hecho, se siente cómodo. Así ha sido en el último duelo en el Nacional como en Santiago. ¡Y pese a la diferencia numérica!
3. El punta único y los espacios en los costados: Gareca ha optado por jugar con un referente en el área y con dos volantes, en la actualidad, que lamentablemente no llegan a ser extremos. Se habla mucho de la inclusión de Ruidíaz para que sea el acompañante de Guerrero en el ataque, pero en el tiempo hemos visto que no ha rendido frutos en la Selección.
Con Pizarro en el 11, Paolo Guerrero perdía referencia. Quizás no marque siempre y no de varios pases gol por encuentro, pero su presencia abre los espacios para adelantar metros en las bandas. No se trata de centrar a Guerrero, se trata de que el delantero sea un ancla para adelantar al equipo en el campo rival y luego el delantero llegue para finiquitar opciones de gol para Perú.
4. La presión: incómodo y frente a equipos que tienen como máxima la salida limpia, puede ser un tapón para que se usa la opción de reventarla o ganar divididas que puedan servir para Perú para recuperar balones y ganar terreno. Esperemos ver el martes a un Guerrero a la altura de los duelos ante Ecuador y Argentina.
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