Los incondicionales que siempre apoyaron, y los que lo hicieron sobre el final. No importa. Había que estar ahí. Todos mere- cían esto. Perú volvió a un Mundial y el hincha también debía tener su reconocimiento, sin excepción. Algunos lloraron y otros gritaron, todos gozaron con este equipo. Con nuestro equipo.
Tú que hiciste largas colas por un par de entradas, y peleaste con los revendedores porque te quedaste en el aire. Rompiste el ‘chanchito’ para estar con la blanquirroja, y ahora respiras hondo porque valió la pena.
Y una mención aparte para esos 20 mil fanáticos que ‘cayeron’ al Nacional el 6 de setiembre del año pasado. Cuando nadie apostaba por los pupilos de Ricardo Gareca, pues venía mal en las Eliminatorias. Aquella vez se ganó 2-1 a Ecuador, y el aliento nunca faltó.
Tanta fue la euforia por Perú que hasta en los noticieros, programas políticos y de espectáculos solo se hablaba de ellos. To dos ponían por lo alto a nuestros guerreros. Lo merecían y más en el repechaje.
Toca celebrar, llorar hasta que no te queden lágrimas. Guardar esa camiseta, sacarla en los amistoso que vengan y lucirla a lo grande en junio del próximo año. Abrazar a tu ‘viejo’, a tu abuelo, a tus hijos. Celebra con tus ‘brothers’. Revivir este partido y ver las repeticiones, una y otra vez. Disfrútalo como quieras, lo mereces.