La Selección Peruana igualó 2-2 con Argentina. Los muchachos dejaron la piel en el Estadio Nacional y le jugó de igual a igual a una selección que está valorizada en millones de dólares. "El corazón iguala el presupuesto", dice Simeone. Y así fue.
1. Con este grupo a muerte: Para la Copa América Centenario, Ricardo Gareca dejó de lado a jugadores que no estaban comprometidos al 100% con la bicolor y apostó por nuevos rostros y siguió la línea en estas dos fechas dobles. Muchos piden a los consagrados o los que tienen mayor jerarquía, pero este grupo tiene hambre de triunfo y lo demostró. Corzo es un ejemplo: no será de los jugadores de buen pie que encandilan a Gareca, pero representa eso que hacía tanta falta a la selección, compromiso total.
Ahora, ¿algunos de los futbolistas que faltan, que ya no son convocados, podrían darle un salto de calidad a la selección? Sin duda. Pero cuando estuvieron no mostraron esas ganas, ese compromiso, ese corazón, garra y raza para defender la bicolor. Perú no se chupó pese a los millones en que están valorizados los argentinos. Eso es lo que se celebró anoche, no el empate.
2. Falta tiempo: Gareca ha demostrado que conoce a su grupo. El DT ve cualidades en sus jugadores que muchos no tenemos en cuenta, pero nos van a decir que no solo con atrevimiento se gana un partido. Es cierto, a Perú le falta juego, pero con 3 o 4 días de trabajo no es suficiente para plasmar una idea de juego. Falta tiempo para potenciar a los jugadores. Con un equipo nuevo, sin los mejores pero con los más comprometidos, lo que le falta es tiempo. Lo de Argentina es lo opuesto: con los cracks que tiene, juega mal. Allí sí hay más que criticar que valorar.
3. Paolo es el líder de este equipo: Todos coinciden que la actuación que mostró ante Argentina fue la mejor de Guerrero desde que está en la Selección Peruana. El atacante del Flamengo le dio jerarquía al equipo, solucionó problemas, se las arregló para aguantar el balón y darle respiro a sus compañeros. Encima, tiene gol. Debe seguir así.
4. Rendimientos elevados: No solo Paolo destaca. Pedro Gallese da seguridad, y Cueva es el socio ideal de Paolo. Ambos han evolucionado en su juego, y su salida al extranjero ha ayudado a ese crecimiento. Cueva es quien mejor representa al futbolista peruano de los setentas u ochentas: hábil, rebelde, capaz. Tapia juega con la solvencia de un experimentado y recién tiene 21 años. Trauco debería ser el siguiente en salir al extranjero.
5. El equipo contagia al público: Siempre se pide que el público aliente de inicio a fin, pero debe ser mutuo: el equipo, con ganas y rebeldía, debe contagiar a la tribuna. Eso pasó, y por ello el equipo se fue aplaudido, pese a que el empate sirve de poco. Hay entrega, compromiso, y la gente se identifica con los jugadores. El hincha peruano conoce la realidad del fútbol peruano (somos de los peores hace muchos años) y, frente a el esfuerzo, se valora a un equipo con promedio bajo de edad que entregue todo.