La bicolor arranca este jueves el sueño al Mundial 2026 y aunque existen dudas sobre el equipo y el trabajo de Juan Reynoso, la hincha se alista para dejar la garganta en cada partido. Desde que el ‘Cabezón’ fue nombrado como el nuevo entrenador de la selección peruana, un aire de incertidumbre ha rondado el ambiente en torno a lo que pueda hacer la bicolor en esta nueva etapa. Es que claro, hay muchos que no comulgan con el estilo del técnico peruano e inevitablemente lo comparan con su antecesor, Ricardo Gareca, quien como se sabe, dejó una valla extremadamente elevada. Por eso, desde un inicio se puso en duda la capacidad del entrenador nacional, pese a su extenso currículum, porque el hincha tenía esa predisposición a juzgarlo prematuramente.
Es que Juan Reynoso ha generado anticuerpos en algunos hinchas, prensa y, en general, gente de fútbol. Y eso ha provocado que sus más espinosos detractores estén especialmente atentos a cualquier error que cometa -porque evidentemente se puede equivocar-, para señalar sus errores con un dedo acusador más largo del usual. No tiene ese crédito que ganó -merecidamente- Ricardo Gareca. Y seguramente el ‘Cabezón’ lo sabe bien. Y como también es parte de su estilo, Reynoso deja que su trabajo hable por él. Eso sí, ello no quiere decir que el DT no haya fallado en este año al frente de la blanquirroja.
Pero no hay por qué hacer un juicio prematuro de su labor. Claro, hubo amistosos en que la selección peruana no ha convencido. Pero también es cierto que, por lo explicado en el párrafo anterior, en algunos momentos se habla más de sus derrotas que de sus victorias o se encuentra una explicación al resultado positivo. Por ejemplo, que El Salvador es un rival muy débil, que Bolivia no es el rival directo para clasificar, o que Corea no contó con Son Heung-Min, su mayor figura. Pero cuando se pierde, Juan Reynoso falló en esto y aquello.
Esta columna no pretende defender a Juan Reynoso, pero sí llamar a la cautela, a la paciencia y a la fe. La selección peruana arranca el sueño de ir a un Mundial, una recompensa que ya hemos sabido saborear y por eso hay impaciencia por volver a conseguirlo.
Pero recordemos que en los dos procesos anteriores, con Ricardo Gareca, el arranque de la selección peruana no fue bueno. De hecho fueron bastante desalentadores, y prácticamente el grueso del país creía que la clasificación no era posible. Camino a Rusia 2018, logró solo un triunfo en los primeros cuatro partidos. Y fue lo mismo hacia Qatar 2022, en que la selección peruana solo consiguió un punto en sus primeros cinco partidos, justamente de visitante ante Paraguay. Entonces, si no se consigue el resultado esperado este jueves, no hay que desesperarse. Sí analizar, criticar con sustento y evaluar las correcciones pertinentes. Porque claro, apoyar no significa pasar por alto las fallas. Y esta selección peruana de Juan Reynoso no es ni será infalible.
¿Y por qué creer? Por qué no. No hemos llegado al pico de rendimiento de la selección peruana que alcanzó en un momento, sobre todo en el camino a Rusia 2018. No estamos a esos niveles de juego colectivo ni de individualidades, eso no es un secreto. Pero tampoco lo estuvimos en la Eliminatoria pasada, rumbo a Qatar 2022, y se logró competir y arañar la clasificación llegando el repechaje. Con lo visto en los amistosos queda claro que ese rendimiento está lejos, pero se nota la propuesta de Juan Reynoso. Si esta resulta o no, lo sabremos el jueves cuando Perú visite a Paraguay en Ciudad del Este. Se puede ganar o perder, pero la propuesta debe estar presente y eso sí no es prematuro exigir. En un año de trabajo se debe notar la mano del técnico, aún con la larga lista de bajas que se ha presentado en el camino.
Si no se gana, debe verse el trabajo de Juan Reynoso. Solo así llegarán los resultados. Tal vez no fue aquel día ni tampoco lo ante Brasil, pero eventualmente llegarán si hay una premisa que guíe el camino. Si no se ve, entonces sí está bien señalar y criticar el trabajo del ‘Cabezón’.
De otro lado, se está dando ese recambio general del que tanto se hablaba. Y está siendo, como debe ser, mesurado y de pasos controlados. Por eso, a una plantilla ya consolidada, que tiene incluso mundialistas en sus filas, le ha sumado jóvenes como Joao Grimaldo, Piero Quispe, Jhamir D’Arrigo y, aunque no está, Bryan Reyna. Algunos no están ahora o no son titulares, pero estarán seguro en este proceso eliminatorio, que tiene para dos años.
Todos sabemos que a esta selección peruana no le sobra nada. Seguimos siendo un equipo humilde, que atraviesa una etapa de cambio. Y en este momento, necesita del apoyo de todos, de esa crítica que busca construir y no destruir. El tiempo nos ha enseñado a no juzgar prematuramente. Que la bicolor de Juan Reynoso no sea la excepción. Ni la decepción.
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