Después del resultado de ayer, está claro que nos estamos ganando respeto de los rivales en este Sudamericano Sub 20 que se juega en Chile. El triunfo sobre Uruguay es una magnífica noticia para esta selección joven, que arranca con buen pie y se anota tres puntos valiosísimos para clasificar al hexagonal final y tentar la clasificación al Mundial de Polonia.
Al igual que la selección adulta, este equipo es consciente de sus limitaciones y eso lo hace fuerte. Los chicos saben que no nos sobra nada y que el único camino es ser humildes, solidarios y dejar la piel en cada jugada. Como lo hicieron ayer. Ayuda, sin duda, el recorrido en primera división de varios de sus integrantes. El kilometraje de Marcos López, Brayan Velarde, Jesús Pretell, Fernando Pacheco o Jairo Concha juega claramente a nuestro favor.
Ayer, nos costó entrar en el partido. El equipo empezó nervioso, frágil, y la cosa no pintaba bien. Pero supimos aguantar y, pasada la primera media hora, tomamos el control del cotejo, para acabar el primer tiempo con la posesión de la pelota e incluso asustando a los charrúas con un tiro libre al travesaño. En el segundo tiempo salimos con más confianza y la historia fue otra. Luego del gol de Pacheco –enorme Marcos López en la jugada que provocó el penal– el once de Daniel Ahmed supo plantarse y sostener el resultado.
Ahora toca mantener la calma. La clara victoria de Ecuador sobre Paraguay nos recuerda que no estamos solos y clasificar al hexagonal final no será pan comido. Faltan tres partidos y será clave mantener la concentración y, sobre todo, la humildad, una de las claves del renacer de nuestro fútbol.