La ilusión efímera era tan posible como la derrota ante Argentina en el Preolímpico. En el papel de José Guillermo del Solar estaba, seguramente, caer ante la ‘Albiceleste’, pero no deja de llamar la atención la forma en cómo sucedieron las cosas. La Selección Peruana Sub-23 intentó sacar un buen resultado desde sus limitaciones, quizá apelando a ese heroísmo que nos hizo soñar tras vencer a Chile; sin embargo, sufrió las consecuencias del desgaste físico, la falta de generación de fútbol y los pocos recursos ofensivos para darle vuelta a un resultado adverso. Fue un 2-0 en contra que nos hizo pisar tierra y confirmar que, pese a ese debut auspicioso, somos un equipo muy corto y casi conmovedor.