El fútbol argentino no pasa sus mejores años desde lo institucional, pero una brisa de aire fresco empieza a asomarse en la Patagonia del país 'che'. Ese aire es bien explicado por Vicente Muglia, periodista argentino del Diario Olé, en su nuevo libro 'Che Pep'. En sus páginas dota de la palabra a personajes como César Luis Menotti, Diego Maradona o Ángel Cappa para explicar esa brisa que hace referencia a la nueva gama de entrenadores argentinos que han bebido de la fuente futbolística de Guardiola.
Depor se comunicó con él para conversar sobre el Perú-Argentina de esta noche y, de paso, entender cuál es esa influencia de Pep sobre la que habla en su libro. Muglia nos da su opinión sobre Martino, Bauza, el sistema táctico que puede usar el 'Patón' en el estadio Nacional y, finalmente, acerca de Ricardo Gareca y su trabajo dentro de la selección peruana.
P: ¿Cuál es tu opinión acerca del nombramiento de Edgardo Bauza como nuevo entrenador de la selección argentina?
R: Bauza no era la primera opción por parte de los dirigentes para dirigir a la selección. Me refiero a que los mayores candidatos, por el gusto de la gente y de los propios dirigentes, en ese momento tenían contrato con un club. Son los casos de Diego Simeone y Jorge Sampaoli, quien justo cuando Martino renunciaba a la 'albiceleste', él firmaba con el Sevilla.
Tras la negativa de ellos, apareció en escena la posibilidad de Bauza, quien había hecho un buen trabajo tanto en LDU como en San Lorenzo de Almagro.
P: ¿Y qué le puede brindar Bauza a esta selección argentina?
R: El equilibrio es una palabra muy ligada al vocabulario de Bauza. Según esto, el 'Patón' intentará brindarle a la selección una mayor estabilidad a la hora de recuperar la pelota, pero sin impedir la idea de asociar a Messi con otros jugadores de tres cuartos de cancha hacia adelante. Lo que intentará el nuevo entrenador, entonces, es armar un equipo, en la medida de lo posible, sin dependencia hacia Lionel aprovechando al máximo el tiempo de trabajo con todo el plantel.
P: ¿Y qué se puede decir sobre el equilibrio característico de Bauza? Muchas veces se confunde ese término con el uso de un doble pivote o algo por el estilo…
R: (Risas) Sí, cuando se habla de equilibrio se le relaciona con una postura más defensiva. No está mal como punto de partida porque está relacionado con la palabra 'orden' y una de las principales virtudes que debe tener un equipo es ser ordenado. Lo que pasa es que cuando los equipos son muy ordenados terminan siendo previsibles y muy esquematizados. Al final lo ideal es tener un equipo con equilibrio para defender y, en el buen sentido, desequilibrio para atacar. Hay que tener en cuenta que podemos hablar mucho de la palabra, pero después hay que ver en el campo de juego como se traduce. Puedo decir que voy a jugar con dos volantes centrales, pero tenemos que ver las características de dichos volantes. Al final es difícil analizar el término porque depende de los jugadores y en qué momento ese equilibrio se convierte en desequilibrio.
P: Sobre la formación de equipo que mencionaba ¿Crees que el 'Tata' Martino pudo conseguirlo?
R: A Martino le faltó tiempo y trabajo para crear una estructura. La falta de tiempo me la explicó cuando hablé con él para el libro. Me dijo que en Newell's, por ejemplo, utilizaba dos días a la semana para trabajar la salida desde atrás con el arquero y en la selección no existe esa oportunidad. Ahora, en las instancias más complicadas, se notó que la Argentina del 'Tata' dependía mucho de lo que podía hacer Lionel. Es lógico, estamos hablando del mejor futbolista del planeta y eso es una invitación a siempre darle la pelota para que resuelva los partidos, pero la principal dificultad aparecía cuando la selección se enfrentaba a rivales que lograban anularlo.
P: En la formación de equipo los jugadores son lo más importante. Ahora, el once que se viene manejando para Argentina en el estadio Nacional cuenta con cuatro delanteros y una especie de 4-2-4 sin volantes ¿No crees que se pueda perder ese equilibrio tan buscado por el 'Patón'?
R: Sí, es cierto lo que dices. Lo que pasa es que muchas veces la función que cumple un jugador dentro del campo difiere a lo que uno piensa en un principio. Di María y Agüero, quienes se perfilan para jugar por los costados, deberían tener un sacrificio a la hora de recuperar la pelota y, al final, el teórico planteo ofensivo no sería tal. Al final no veo una selección descompensada pues se utilizarán a dos mediocampistas que se caracterizan por su sentido de ubicación y recuperación (Mascherano y Kranevitter). Todos conocemos las cualidades ofensivas de Argentina, pero para respetar el equilibrio del que habla Bauza, tendremos que ver un sacrificio importante en la recuperación de balón.
P: ¿Y dándoles una función más defensiva tanto al 'Kun' como a Di María, se puede perder el desequilibrio del que hablábamos anteriormente?
R: A mí lo que más me preocupa de esta formación no es el desequilibrio que no puedan tener cuando tenga la pelota, sino la falta de juego con ella. Argentina, en la formación elegida por Bauza, no tiene un organizador como en su momento lo fue Riquelme o que podría llegar a ser Banega. Los tres jugadores elegidos para llenar la media punta (Agüero, Di María y Dybala) no son futbolistas que se junten en el toque, en triangulaciones y demás. Por lo tanto me imagino un equipo más vertical, rápido, de juego directo y no tanto de juego de posesión porque no existen dichas características dentro del once.
P: Acabas de publicar un libro, 'Che Pep, sobre la influencia de Guardiola en el fútbol argentino. Mencionas a la nueva camada de entrenadores argentinos con esta visión guardiolista del fútbol, pero ¿Eso llega a la selección argentina?
R: Hay una influencia muy fuerte de Guardiola en esta nueva generación de entrenadores argentinos que han aparecido en estos últimos años. Lo entiendo como algo lógico porque uno siempre trata de copiar lo mejor y Guardiola, creo yo, ha marcado en el FC Barcelona la última gran revolución futbolística en la historia de este deporte.
En la Argentina, entonces, se está empezando a practicar un fútbol más conceptual. Antes se trabajaba más lo que tenía que ver con la línea defensiva y hoy ya se trabaja mucho en la parte ofensiva. Son todos ingredientes de juego que los ha incorporado Guardiola al fútbol como la salida limpia desde el fondo, la presión asfixiante y hasta se ha vuelto a incorporar el sistema táctico 4-3-3.
Trasladarlo a la selección es difícil porque Bauza no tiene esas características. Con el 'Patón' parece difícil que se busque implantar un estilo similar a los equipos de Guardiola porque el entrenador no ha recibido esa influencia a pesar de que es un entrenador muy abierto e intente aplicar ciertas cosas del entrenador del Manchester City.
P: Y más allá de que en el presente esa influencia no llegue del todo a la selección argentina ¿Podrá verse en un futuro cercano?
R: Ojalá, pero yo creo que hay una cierta resistencia. El hincha argentino es muy exitista y resultadista. Las últimas finales perdidas y la cantidad de tiempo sin títulos conspiran contra la intención de buscar un estilo y luego encontrar el éxito deportivo. Parece haber una desesperación por ganar como sea. Al final esa ansiedad por parte del hincha se traslada al futbolista que termina sintiendo la obligación de ganar antes que jugar. Estoy convencido que la forma más propicia de ganar es sobre un estilo que respete las características de los jugadores. Nadie dice que se debe jugar bien y no ganar; al final todos tenemos dicha intención y el debate entre jugar bien o ganar no tiene razón de ser. Al final los últimos ganadores, sea la selección de España, Alemania o Chile, han respetado un proceso en el cual se ha impuesto una idea sobre la cual trabajar.
P: Cuando Gareca llegó al Perú inició su legado a través de un juego más asociativo el cual fue muy elogiado. Con el paso de los partidos se dejó eso de lado para darle paso a un juego más reservado y directo. En fin ¿Cómo ves tú el trabajo del 'Tigre' dentro de la bicolor?
R: Sin hacer un análisis demasiado riguroso de la selección peruana, creo que hay dos aspectos que motivan el cambio en un entrenador. La falta de resultados que hace tambalear las convicciones y las características de sus futbolistas. Viéndolo de afuera, me parece que es una tentación buscar a Paolo Guerrero cuando no existen tantos jugadores desequilibrantes para el juego asociativo. Buscar lo seguro muchas veces tienta no solo al entrenador, sino al futbolista, a encontrar en su mejor jugador la solución adecuada para determinado contexto. Al final, entonces, es una mezcla entre tentación y necesidad. Cuando los resultados no se dan y las obligaciones aprietan aparece la búsqueda de la mayor virtud del equipo sin probar tantas variantes. Al final todo se resume en el exitismo que se ve tanto en la Argentina como en el Perú.