Cuando aprendió a utilizar bien las herramientas de Facebook por el 2012, Anthony Osorio no dudó en publicar una fotografía de su habitación para demostrar su fanatismo por Universitario de Deportes. En ella se observa el póster de los campeones del 2009, que lo acompañaba en todas las noches de reflexión después de que llegaba de entrenar con el equipo Santa María de Ica. Claro, él – en ese entonces – ni siquiera se imaginaba que años más tarde se convertiría en el ‘9’ de Ángel Comizzo.
Hoy, con 21 años encima, Anthony está convencido de levantar su primera estrella con Universitario de Deportes, tal y como lo hizo el equipo de Juan Reynoso, que era comandado por Nolberto Solano y Carlos Galván, dos líderes naturales a los que Osorio sigue considerándolos ídolos.
Nunca metido en un escándalo y sin caer en los excesos de las declaraciones, Osorio trabaja en silencio para seguir en la consideración de Comizzo. Sus horas con el psicólogo de Universitario, las charlas con ‘Don’ Fidel’, su ‘viejito’, han sido fundamentales para que no se hunda emocionalmente en medio de tantas críticas por el irregular momento que vivía el club. Convertirse de la noche a la mañana en el reemplazo de Germán Denis fue difícil.
Si hay algo que debemos rescatar del delantero es que no solo es un profesional a tiempo completo, sino que además trabaja por amor a Universitario. Es un hincha más. Pero no cualquiera. Se trata, pues, de un apasionado que rechazó, con 14 años de edad, una jugosa propuesta económica de San Martín. Y lo hizo solo por amor a la ‘U’.
Solo un consejo. Hay que llevarlo despacito, con calma. Osorio es ‘9’ y sacarlo del área sería desnaturalizarlo y, sobre todo, un despropósito para el futuro, cuando hoy seguimos debatiendo sobre quiénes serán los próximos delanteros del futuro.
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