Jude Bellingham, la ‘joya inglesa’ de 200 millones que aborrecía el fútbol y es pionero de la Generación Z

Como en casi todos los Mundiales, los ‘tres leones’ ratificaron su candidatura, más allá de que no llegaban del todo cómodos a la cita. El equipo de Gary Southgate tenía una racha de seis partidos sin ganar (tres empates y tres derrotas), pero en el campo demostraron todo su poderío y la ‘chapa’ de favorito al propinarle la peor goleada a Irán en un Mundial (antes de esa habían sufrido un 4-1 contra Perú en Argentina 1978). Y en Inglaterra brilló quien todo el mundo esperaba: Jude Bellingham.

Los focos estaban sobre el jugador de Borussia Dortmund, y no era para menos: 22 partidos esta temporada con el Borussia Dortmund, nueve goles, tres asistencias, y un valor de mercado de 202 millones de euros, según Observatorio de Fútbol del CIES. Para hacernos una idea, Lionel Messi cuesta 50 millones de euros. Es el jugador más caro del Mundial y por el que Real Madrid podría pagar 150 millones de euros (negocio redondo para los alemanes, que pagaron por él cerca de 25 millones al Birmingham City en 2020).

Bellingham abrió el camino para el conjunto inglés, entró al área, se suspendió en el aire y de cabeza marcó ante la sorpresa del arquero suplente Hossein Hosseini, quien minutos antes había reemplazado a Alireza Beiranvand, guardameta que tuvo que salir por un duro choque de cabeza con su defensa (hemorragia nasal). Por este incidente, el primer tiempo tuvo 14 minutos de descuento, pero no fue la única sorpresa del partido, antes del pitazo inicial ya se jugaba ‘otro partido’.

Inglaterra era uno de los tres países (junto a Países Bajos y Galés) que se había comprometido a lucir el símbolo en defensa de la comunidad LGTBI en Qatar 2022. El capitán Harry Kane iba a lucir el distinto, pero horas antes del encuentro, la FIFA sacó un comunicado advirtiendo que este tipo de acciones serían sancionadas con tarjeta amarilla al ir en contra del régimen catarí (la homosexualidad es considerado un delito en Qatar).

Los ‘tres leones’ optaron porque su capitán no lleve la cinta de arcoíris, pero en cambio usaron una que decía ‘No discriminación’; antes del partido también se hincaron en señal de protesta, pero no fue la única acción para alzar la voz. Los iraníes también tenían sus propios problemas: no cantaron su himno de la República Islámica como protesta contra el régimen que está discriminando, ejecutando y reprimiendo a las mujeres iraníes. El himno generó abucheos por parte de sus propios hinchas y también se hicieron presentes fanáticos iraníes con pancartas a favor de las mujeres e igualdad de derechos.

NIño Maravilla

Ya de vuelta al partido, Bellingham con solo pisar el campo ya había hecho historia a sus 19 años: se convirtió en el tercer jugador más joven en disputar un partido con Inglaterra en un Mundial, solo por detrás de Michael Owen en 1998 (18 años y 198 días) y Luke Shaw en Brasil 2014 (18 años y 374 días). Pero no quedó ahí, también fue el primer jugador nacido en el Siglo XXI (la Generación Z, los nacidos del 2000 en adelante) en anotar un gol en un Mundial, el segundo más joven en convertir con la camiseta de los ‘tres leones’ (Owen fue el primero) y el primero que lo hace sin ni siquiera haber debutado previamente en la Premier League.

Récords que el propio ‘Belli’ ya tenía acostumbrado a hacer desde más chico: con 16 años y 38 días fue el futbolista más joven en debutar en el Birmingham City en 2019. Poco antes de cumplir los 17 fue convocado a la selección inglesa para formar parte del plantel subcampeón de la Eurocopa 2020 (disputada en 2021 por la pandemia de COVID-19).

Todo esto a pesar de que niño no le gustaba el fútbol. Teniendo un padre que había sido futbolista (Mark Bellingham) y apasionado por el deporte suena ilógico que esto le haya ocurrido, pero la realidad es que fue así. “No le interesaba el fútbol para nada, le daban una pelota y la lanzaba, no la pateaba”, reveló su madre Denise, en el documental “The rise of Jude Bellingham”.

Jude no lo disfrutaba y solo le seguía la corriente a su padre. Sin embargo, de tanto insistir o en algún momento, hubo un cambio. “Un fin de semana hice un click y quería jugar todo el tiempo”, recordó el joven inglés, nacido el 29 de junio de 2003 en Stourbridge. Llegó al Birmingham, y mientras disputaba sus primeros minutos en la Championship (segunda de Inglaterra), Jude estudiaba sociología.

Siendo tan joven la tenía clara: le preocupaba que tanta exposición en tan poco tiempo lo desenfocara de sus prioridades, por lo que vio por conveniente tomar esa materia para entender cómo funciona el exterior y así lidiar con las presiones que caerían sobre él durante su carrera. Mark Sinclair, jefe de educación y cuidado de jugadores del Birmingham, lo describió como un “excelente modelo a seguir” para los demás jugadores del club.

Aplicado en todo sentido dejó una gran huella en Birmingham a la hora de partir al Borussia Dortmund. “Se podrá sacar al niño de Birmingham. Pero nunca podrán sacarle Birmingham a su interior”, escribió el club el día en que Jude Bellingham tuvo que irse. Emocionado y nostálgico, el jugador estuvo más de media hora en el centro del St Andrew’s Stadium recordando todo lo que vivió desde que llegó a la institución con tan solo ocho años.

El club retiró la camiseta número ‘22′ del equipo en honor a su despedida, dejó huella en su equipo y ahora con la selección mayor de Inglaterra espera hacer lo mismo, formar un camino y quedar en la historia de su país. Ya comenzó con el pie derecho (irónicamente él es zurdo) y el cántico de ‘It’s coming home’ que profesan los ingleses podría ser realidad esta vez. Su único Mundial fue en 1966.

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