Dicen que las derrotas más dolorosas son aquellas que nadie esperó. El 99% de los más creyentes del fútbol vieron un triunfo de Argentina, con Lionel Messi a la cabeza y un invicto de 36 partidos detrás; pero el fútbol es democrático, tiene estas cosas que no encuentran explicación en la lógica ni en las matemáticas, donde el más chiquito le puede ganar al más grande, rompiendo todos los paradigmas. Y eso sucedió en el Estadio Lusail, donde la ‘Albiceleste’ sufrió una fuerte caída ante Arabia Saudita, que lo venció 2-1 en el arranque del Grupo C del Mundial Qatar 2022.
Antes, durante y después, Argentina es y será favorita ante Arabia Saudita. Pero otra cosa es saber ser favorita y sacar ventaja de eso, como Brasil en el 2002 o Francia en el 2018. El campeón de América, ese que le ganó al ‘Scratch’ en el Maracaná y le dio un baile a Italia en la Finalissima, llegó a la Copa del Mundo con ese cartel sobre el cuello; sin embargo, no pudo con el peso del protagonismo ni la expectativa del hincha argentino que quiere ver a Messi con el Mundial. Por eso la derrota duele más y por eso genera asombro, porque lo que era un sueño al inicio va tomando forma de pesadilla.
Grandes batacazos en la #CopaMundialFIFA 👊
— Copa Mundial FIFA 🏆 (@fifaworldcup_es) November 22, 2022
¿Cuál es la sorpresa más grande que recuerdas?
Una ventaja con dudas
Hubo que madrugar para no perderse el debut del ‘10′. Siempre es un gusto verlo como líder y capitán de la ‘Scaloneta’. Argentina empezó el partido tomando ese protagonismo, aceptando que las emociones del partido iban a pasar por lo que podía ofrecer con su juego. Rodrigo De Paul y Leandro Paredes buscaron a Messi en zona peligrosa, y este hizo lo mismo con Ángel Di María, quien corrió la banda izquierda para darle verticalidad al equipo.
Si por la cabeza de Leo todavía pasaba un fantasma por el penal errado ante Islandia en Rusia 2018, el propio jugador se encargó de disiparlo a 10′. Desde el punto blanco, Messi eligió el lado izquierdo y batió al arquero Mohammed Al-Owais con un remate fuerte, pero sutil. Había que asegurar todo desde el inicio y aprovechar cualquier oportunidad a favor. Justamente, ese penal lo cobró el VAR por un detalle mínimo: Paredes fue tomado levemente por Saud Abdulhamid y los jueces compraron. La tecnología así lo decidió.
Pero el VAR no se quedó atrás y le quitó cierto protagonismo a Argentina. Le anuló un gol dudoso para los más tradicionales, ya que el hombro de Lautaro Martínez estaba en posición ilícita antes de rematar. La interpretación fue que el jugador sacó ventaja de eso; aunque queda la incertidumbre si de ahora en adelante estarán prohibidos los goles de hombro. Los otros dos tantos invalidados sí fueron en offside. Eso no se discute.
De hecho, Arabia Saudita repitió con insistencia el adelantamiento de su línea defensiva para dejar constantemente en posición ilícita a los argentinos, quienes cayeron en esa trampa en siete ocasiones durante el primer tiempo, una vez más que en todo Rusia 2018. Y esto se explica porque había ansiedad y nervios entre los que asistían y los que corrían para alcanzar el pase. Paredes y De Paul no estaban precisos, y Martínez se perdió entre los centrales.
Dos bombazos en cinco minutos
Argentina tenía el balón, pero la sensación era que no sabía qué hacer con él. Parecía tener todo bajo control, aunque la diferencia era apenas de un gol. Y en el segundo tiempo, la suerte cambió. Nadie pensó que en cinco minutos Arabia Saudita fuera capaz de dar el batacazo. Cuando no había pateado al arco del Dibu Martínez en la primera parte, apareció Saleh Al-Shehri, el compañero de André Carrillo en Al Hilal, para ganarle al Cuti Romero y definir cruzado y rasante. Golazo a los 48′ que sorprendió al mundo.
Pero eso no fue todo. Los ‘Halcones Verdes’ decidieron ir por más y a los 53′ golpearon otra vez. Salem Al-Dawsari eludió a Paredes y De Paul en el área y sacó un latigazo que cruzó el arco del Dibu Martínez. Fue un bombazo que silenció a los argentinos en el Estadio Lusail y desató la fiesta para los árabes, quienes agradecieron al dios Alá con las manos al cielo por tremendo premio.
Scaloni movió el banco: ingresaron Julián Álvarez, Enzo Fernández y Lisandro Martínez. Luego entró Marcos Acuña; pero esos cambios no hicieron la diferencia en el juego. Argentina se vio presionada al límite para darle vuelta al marcador. Si ya estaba incómoda en el primer tiempo y con el resultado a favor, todo se intensificó en el complemento con el tablero en contra. Hubo reacción, pero no solución para revertir lo que sucedía en el campo. Messi erró los tiros libres, Lautaro estuvo desaparecido, Di María sacó algunos chispazos, y luego nada más.
Argentina no logró sacudirse de la impotencia y terminó un partido atípico para sí misma. Luego de tres años y medio, la ‘Scaloneta’ sufrió su primera derrota y en el peor momento. No se recordaba un papelón similar como el de la eliminación ante Rumania (3-2) en 1994 o la eliminación en fase de grupos en 2002. Como sea, la ‘Albiceleste’ tiene dos partidos más por delante para recuperarse. México y Polonia tampoco serán fáciles. Pensar eso sería el primer error.
¿Quiénes son Al Shehri y Al-Dawsari?
La derrota de Argentina en su debut tiene dos culpables: Al Shehri y Al-Dawsari, quienes saltaron a la palestra por marcar los goles con los que los ‘Halcones Verdes’ dieron el primer golpe en Qatar 2022. El primero es delantero y juega en Al Hilal, el vigente campeón de la liga árabe y de la Champions League de Asia. Tiene 29 años, marcó 7 goles en 13 partidos de las Eliminatorias de la AFC y anotó su primer tanto en los Mundiales.
Lo que resulta admirable es su fortaleza para sobreponerse a la adversidad, pues en abril de este año fue operado debido a una rotura en el tendón de Aquiles. Su presencia en la Copa del Mundo estaba en suspenso; pero las dudas se disiparon con el gol que le marcó en el amistoso a Albania el pasado 27 de octubre. Ese cotejo le sirvió para recuperar la confianza y meterse en la lista final del técnico francés Hervé Renard. Es el ‘9′ de su selección, tiene 10 goles con ellos y está valorizado en 700 mil euros, según el portal Transfermarkt.
Por otro lado, Al-Dawsari no se queda atrás. Fue apodado en su país como el ‘Neymar árabe’ debido a sus cualidades para regatear y eludir rivales en campo contrario. Tiene 31 años, también es compañero de Carrillo en Al Hilal y es un volante que ya tiene experiencia en citas mundialista, pues anotó uno de los goles de Arabia Saudita en la victoria por 2-1 sobre Egipto en Rusia 2018.
Si bien hizo gran parte de su carrera en su país, el nacido en Yeda también estuvo seis meses a prueba en el Villarreal de España a principios del 2018. Es más, logró debutar en el empate 2-2 ante Real Madrid, donde disputó 33 minutos. Sin embargo, regresó a Al Hilal para tener continuidad y se convirtió en uno de los pilares del equipo. Allí acumula más de 300 partidos, registra 71 goles y ha conseguido varios títulos con la ‘Marea Azul’. Actualmente, Al-Dawsari está valorizado en 1.8 millones de euros, según Transfermarkt.
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