El significado del dolor está en el rostro de Moisés Caicedo. Sostenido por sus compañeros, el autor del único gol de Ecuador ante Senegal todavía no digiere lo que pasó en el estadio Internacional Jalifa, donde estuvo en juego mucho más que el honor. El equipo más querido de Sudamérica había caído 2-1 ante la potencia africana; pero nadie daba cuenta de eso. La atención estaba puesta en la ‘Tricolor’, ese equipo de jóvenes rebeldes que se metió en el corazón de todos y se va del Mundial Qatar 2022 con las palmas en alto.
El fútbol junta la alegría y la tristeza en un mismo lugar; también tiene esa potestad de convertir de héroe a villano -o viceversa- a un determinado jugador y en un mismo partido. Son cosas que no necesitan explicación y se disfrutan cuando suceden. Y lo visto en el Ecuador-Senegal es una muestra de eso. Por un lado, la algarabía de un equipo que clasificó a octavos de final; y, por el otro, el llanto de aquellos que dejaron la vida en la cancha y al final se quedaron sin nada... Perdón, me equivoco. Se quedaron con todo.
Porque Ecuador no puede decir que se fue de Qatar 2022 con las manos vacías. Lo que ganó el equipo de Gustavo Alfaro trasciende el resultadismo y roza hasta lo épico. Un grupo de jóvenes que se formó de la nada al inicio y creyó en la palabra de un técnico argentino casi retirado llegó hasta la otra parte del mundo para demostrar su valía. Y con juego, espíritu de lucha y hambre de gloria marcó esta Copa del Mundo, dejó huella en la competencia y alimentó la fe de creer y sentirse ganadores aun cuando la foto del partido dice lo contrario. Ese fue el paso de Ecuador, que hoy llora la eliminación, pero a la vez mira con optimismo su futuro: un proceso que debe continuar para los mundiales del 2026 y 2030.
Qatar 2022 es un punto de partida para #ECU. Inversión y aprendizaje. Sacó nota alta en el debut y desdibujó a Países Bajos. Hoy fue superado tácticamente y en administración de nervios. El pase a 8vos estuvo a detalles. Es un equipo joven. Hay presente, pero sobre todo futuro.
— VarskySports (@VarskySports) November 29, 2022
La ilusión que se apaga
Ecuador pisó la cancha del Internacional Jalifa buscando dos resultados a favor: la victoria o el empate (en el peor de los casos). Sus 4 puntos en el grupo A le permitían hacer un partido prudente; vale decir, cuidar la pelota y defenderse con la posesión. Senegal, por su parte, solo tenía un camino: tumbarse todo lo que tenía en frente para sumar los 3 puntos y clasificar. En ese contexto, se jugó un partido friccionado y físico, donde la inventiva asomó poco y el balón parado fue determinante.
Enner Valencia se hizo presente a pesar de las dudas en torno a su lesión. Gonzalo Plata y Michael Estrada lo acompañaron en la línea de ataque y buscaron desequilibrar a la defensa. No obstante, Senegal estuvo ordenado atrás y capitalizó sus armas para hacer juego ante Ecuador. Por velocidad, intensidad y físico, el combinado de Aliou Cissé superó al ‘Tricolor’ y producto de eso encontró el gol cuando la primera parte llegaba a su fin.
Sobre los 44′, Ismaïla Sarr pisa el área peleando con un defensor y en el trayecto choca con la humanidad de Piero Hincapié. El senegalés cae por el impacto y el juez sanciona la falta. El penal fue discutido, doloroso, pero justo por el trámite del juego. Y allí estuvo el propio Sarr para cobrar con un disparo seco y esquinado al lado izquierdo de Hernán Galíndez, quien solo atinó a mirar estupefacto cómo el balón rozó la malla lateral de su arco.
El marcador cuesta arriba obligó a los de Alfaro a cambiar la propuesta. La charla en el entretiempo fue certera para buscar la reacción del equipo. Ecuador creció en juego y peligrosidad. Plata retrocedió unos metros, Valencia trató de desbordar y Caicedo pisó el área con mayor peligro. Sin embargo, a pesar de los intentos, el gol llegó de balón parado. Minuto 67 y el ‘Tricolor’ saca un tiro de esquina con Plata. El balón roza la testa de un ecuatoriano y llega al segundo paso, donde encuentra a Caicedo solo y habilitado. El volante no duda y coloca el pie para empujar la pelota hacia dentro de la red. Fue un golazo que renovó la ilusión y reavivó la fe.
El esfuerzo y sacrificio parecía tener frutos después de todo. El equipo que se ganó el corazón del mundo había resucitado. Estuvo poco más de veinte minutos fuera de carrera, pero había vuelto como cuando los guerreros se ponen de pie luego de perder una batalla. Ecuador pareció eso, un equipo renovado por la ilusión de un pueblo que creyó siempre en ellos. Y entonces el ánimo cambió, la esperanza apareció y la posibilidad de meterse a octavos estuvo frente a ellos. Solo había que esperar.
Pero el fútbol no se gana con sentimientos ni con romanticismo. Más allá del esfuerzo y todo lo que Ecuador hizo para conseguir ese empate, al final todo se reduce al resultadismo que no siempre refleja lo que se ve en la cancha. Entonces, esa ilusión que empezó a los 67′ terminó a los 70′, en apenas tres minutos, cuando Kalidou Koulibaly apareció a espaldas de la defensa para firmar el segundo de Senegal y darle la estocada final al ‘Tri’. Ese golpe fue letal, porque supuso una muestra de autoridad que le faltó al equipo de Alfaro.
👏 Con la frente en alto, @LaTri 🇪🇨
— Copa Mundial FIFA 🏆 (@fifaworldcup_es) November 29, 2022
Hemos disfrutado de su fútbol en #Qatar2022 y esperamos volver a verlos en la #CopaMundialFIFA 2026. ¡Vamos #ECU! pic.twitter.com/AKx99olEW0
Mirada hacia el futuro
El pitazo final sepultó cualquier esperanza de remontar. Ecuador quedó fuera de la Copa del Mundo, pero confirmó su buen presente futbolístico. La derrota supone dos cosas: el lamento constante por la eliminación o la oportunidad de sostener un trabajo que ya empezó. El equipo de Alfaro mostró argumentos interesantes como para continuar un proceso lleno de éxitos de cara al futuro; no obstante, dependerá de ellos mismos decidir qué camino tomar.
El promedio de edad del ‘Tricolor’ es de 25 años; es decir, el plantel tiene jugadores que todavía pueden disputar uno o dos mundiales más. Asimismo, se ha logrado conformar un grupo bastante sólido, con una idea de juego determinada y un estilo basado en la intensidad. Plata (22), Hincapié (20), Caicedo (21), Preciado (24), Estupiñán (24), entre otros más, forman parte de ese colectivo que hoy puede es una realidad en el fútbol sudamericano.
“Esta es una generación joven de jugadores, un equipo con más futuro que presente. Ojalá que estas batallas les sirvan el día de mañana”, expresó Alfaro sobre el ‘Tricolor’. Y razón no le falta. Ecuador posee una camada de futbolistas que peleará por su revancha en la próxima Copa del Mundo. El 2026 aparece como el objetivo principal, pero es necesario ir paso a paso. De momento, se sabe que las Eliminatorias la empezarán con -3 puntos, aunque eso no significaría un gran problema. El cuadro norteño tiene material humano para pulir y consolidar aún más. Solo necesita de un guía como Alfaro (todavía no renueva), que podría comandar esa empresa en adelante.
“Esto nos queda con sabor a poco, queríamos seguir en este camino, el dolor lo tenemos todos. No hay que perder de vista la camada de estos chicos y que esta experiencia les servirá para el futuro. No tengo dudas que estos muchachos tendrán su revancha más adelante”, apuntó el DT.
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