‘Memo’ Ochoa, el arquero de ‘seis dedos’ que vendía tortas de jamón, polariza México y quebró racha de 92 años

Corría el minuto 57 cuando Lewandowski pisó el área para alcanzar un balón suelto y forcejeó con Héctor Moreno. El zaguero le puso medio cuerpo por delante para incomodar al delantero en su afán de llegar a la pelota. Pero el brazo estaba extendido y el jalón de camiseta fue claro. No lo vio el árbitro, pero sí el VAR. Fue penal y el ‘9′ agarró el balón para cobrar la falta. Al frente, Ochoa esperó hasta el último, amagó hacia la derecha y se tiró a la izquierda, justo al lugar donde ‘Lewa’ destinó su remate. Dos manos fuertes abajo y una estirada felina del ‘Memo’ evitaron que el capitán polaco gritara el ansiado gol.

El arquero de 37 años no solo fue decisivo para firmar el primer punto del combinado azteca en la cita mundialista, también se convirtió en el primer guardameta mexicano en detener un penal en la historia de los Mundiales desde Óscar Bonfiglio, quien le paró el disparo al argentino Fernando Paternoster en 1930. Es decir, pasaron más de 92 años para ver algo similar, como si la historia estuviera esperando este momento para inscribir el nombre de Ochoa entre los más grandes.

De vender tortas de jamón a jugar su quinto Mundial

La historia de superación de Ochoa no es ajena a la de otros futbolistas. Vivió y creció en la colonia de Santa Mónica, en la calle Barcelona, en la ciudad de Guadalajara. Compartió mucho con su familia, que es dueña de ‘Don Polo’, un negocio local dedicado a vender tortas de jamón al más puro estilo del ‘Chavo del 8′. Pero vamos al ‘Memo’, quien apoyaba a sus padres con la venta de comida y en sus ratos libres iba al estadio de Jalisco para ver al Atlas, su primer amor.

De ídolos tenía al arquero uruguayo Robert Dante Siboldi y al danés Peter Schmeichel, a quienes trató de imitar cuando debutó en el Club América a los 19 años. Las influencias de otros arqueros como Jorge Campos, Óscar ‘Conejo’ Pérez, Adolfo Ríos, Óscar Córdoba, entre otros, fueron creciendo en él. Así llegó su primera cita a la Copa del Mundo 2006, donde pasó desapercibido debido a la imponencia de Oswaldo Sánchez, el titular del cuadro azteca. Lo mismo ocurrió en la edición del 2010, donde calentó banca debido a la experiencia de Óscar Pérez.

Su momento recién llegó en Brasil 2014, donde fue titular y ofreció su mejor versión en el arco. El partido cumbre fue contra Brasil, el anfitrión y favorito. Ese día atajó todos los remates de todos los brasileños. Absolutamente todos. Desde Paulinho, hasta Neymar. Solo faltaba que el arquero Júlio Cesar también rematara al arco e igual el ‘Memo’ lo iba a atajar. Aquella presentación acrecentó los rumores sobre su ‘sexto dedo’, una especie de en los genes llamado polidactilia. Incluso, las redes sociales explotaron en memes en torno a la ‘ventaja’ que tenía Ochoa en las manos; pero todo eso fue parte de un malentendido que inició en los medios de prensa de Grecia y salpicó a todo el mundo.

A pesar de eso, el nombre de Ochoa ganó espacio entre los mejores arqueros del mundo. Equipos de Francia, Inglaterra y España se interesaron en él, pero tomó una decisión distinta: fichó por Málaga y pasó dos años en la sombra del camerunés Carlos Kameni. Tras ello, se fue al Standard de Lieja del fútbol belga, donde también fue opacado por el turco Erce Kardeler. Hasta que llegó Rusia 2018 y la oportunidad de repotenciar su carrera. El ‘Memo’ tapó todos los partidos de México y fue elegido el segundo mejor portero del torneo, detrás del belga Thibaut Courtois.

En esa edición, Ochoa recibió 30 remates, realizó 25 paradas y concedió 6 goles. Se erigió como la gran figura azteca en la fase de grupos y ‘revivió' la polémica que hoy polariza a México: ¿es acaso el mejor arquero de toda la historia del fútbol mexicano?

Ochoa no solo hace vibrar a los hinchas con sus atajadas en los mundiales, también disputa con Jorge Campos ese título del mejor arquero mexicano de toda la historia. Para los más jóvenes, el ‘Memo’ es un portero único en su especie e irrepetible en mucho tiempo; pero para los más veteranos no hay otro igual como Campos, quien estuvo en los Mundiales de 1994, 1998 y 2002 (en este último fue suplente) y destacó por sus buenos reflejos. Eso sí, a diferencia de su colega, el ‘Memo’ participa en su quinta Copa del Mundo y entró al selecto grupo de futbolistas que más veces estuvieron en este certamen.

Si bien Qatar 2022 podría ser el último Mundial de Ochoa, el arquero de 37 años dejó la puerta abierta a romper todos los récords y ser el primero en la historia del fútbol con seis mundiales. “No sé si sea mi último Mundial. Las lesiones me han respetado y la carrera de portero es longeva. Mentalmente, me siento con ganas de seguir. Sería fantástico hacer seis mundiales”, expresó antes del debut ante Polonia.

Por ahora, Ochoa tiene el camino libre para seguir deleitándonos con sus atajadas o generando algún tipo de comentario positivo por su actuación en un partido. Se viene a Argentina y el arquero ya sabe lo que es enfrentar a uno de los grandes de Sudamérica. Le arruinó la fiesta al Brasil de Neymar y ahora quiere hacer lo mismo con la ‘Albiceleste’ de Lionel Messi. ¿Se dará?

Recibe nuestro boletín de noticias: te enviaremos el mejor contenido deportivo, como siempre lo hace Depor

TE PUEDE INTERESAR

• Messi y el Mundial de su vida: como Maradona en el 86 en el quinto, último y más difícil acto de magia
• Argentina, el pánico escénico y la ferocidad de una Arabia que le perdió el miedo a Messi
• El otro lado del Mundial: ¿por qué Qatar representa un gran reto extradeportivo para una Copa del Mundo?
• Enner Valencia, el ecuatoriano que dormía en un estadio, pulió Sampaoli y se viste de héroe en Qatar
• La oreja de Van Gaal: una ‘naranja’ a medio madurar que ajustó frente a un Senegal bien plantado