Gracias a la perseverancia colectiva y los tantos de Philippe Coutinho y Neymar en los descuentos, Brasil se impuso el viernes angustiosamente 2-0 a Costa Rica para enderezar su rumbo en la Copa del Mundo.
En la agonía de uno de esos encuentros en que parece que el balón se resiste entrar al arco, Coutinho anotó en el primer minuto de la prolongación con el remate que batió al arquero costarricense Keylor Navas y Neymar sentenció seis minutos después al definir con una volea.
Al final del partido, Neymar rompió en llanto, desconsolado por un largo rato. Sus compañeros tuvieron que ayudarle a levantarse del piso para pudiera celebrar con ellos.
Todo parecía que Brasil, luego de igualar 1-1 con Suiza en su debut, se encaminaba a otra repartición de puntos.
A fuerza de tesón, la Canarinha quebró la resistencia de Costa Rica — plantada con dos bloques defensivos— para conseguir su primera victoria en el torneo y queda en buena posición para avanzar a los octavos de final. Neymar y compañía tienen como obligación sacar un resultado que la redima del fiasco de hace cuatro años como local.