Son la población más vulnerable, pero muchas de las personas de tercera edad han demostrado su heroísmo en esta etapa difícil por la que pasa la humanidad. Una heroína más se sumó en Bélgica, tenía 90 años y dejó un último legado difícil de asimilar.
“No quiero usar respiración artificial. Guarden el respirador para pacientes más jóvenes. Ya tuve una buena vida”, dijo Suzanne Hoylaerts de Binkom, la ‘abuelita’ de 90 años en un hospital en Bélgica.
La mujer nonagenaria fue hospitalizada el 20 de marzo luego de adquirir el virus y su condición física se deteriorara rápidamente en pocos días. Ella rechazó el aparato que se ha convertido en un instrumento vital para salvar vidas en esta pandemia y que hoy por hoy escasea en el mundo.
Una de las principales causas que la llevaron al hospital fue la falta de apetito, una de las últimas señales que se han detectado como síntomas iniciales una vez adquirido el covid-19.
Bélgica es un país pequeño, cuenta con una población alrededor de los 11.4 millones de personas y tiene al menos 5.000 internados por el covid-19. Hasta el momento, Bélgica registró 12.775 casos positivos y 705 muertes.
Hasta el momento, la curva sigue creciendo en el resto del mundo, llegando a cifras que pocos expertos esperaban en este tiempo: más de 885.687 casos y 44.216 muertos en 192 países. Hasta el momento, 185.377 personas se han recuperado del coronavirus en el mundo.
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