Las investigaciones de algunos medios periodísticos en China dejaron abierta la posibilidad de que el coronavirus haya comenzado muchos antes de lo que el régimen informó a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Conforme avanzó esta etapa de la crisis, aumentó el estudio de este origen y hasta se realizaron algunas publicaciones, pero ya no se pueden encontrar.
En medio de la disputa con Estados Unidos sobre el origen de la cepa del COVID-19, China quitó algunas publicaciones hechas por investigadores del propio país sobre cómo se inició esta pandemia que se ha cobrado miles de vidas en el mundo.
Según la nueva política del régimen chino, todos los trabajos académicos deberán pasar por una revisión superior a la que se suelen tramitar antes de su publicación. Los estudios sobre el origen del virus recibirán un escrutinio adicional y deben ser aprobados por los funcionarios del gobierno central, según las publicaciones ahora eliminadas.
Esto fue confirmado por un médico en Hong Kong, quien en febrero de este año publicó una investigación sobre el virus y recordó que en aquella época no tuvo que pasar por los mismos lineamientos para publicarlo.
“Creo que es un esfuerzo coordinado del gobierno chino para controlar la narrativa y pintarla como si el brote no se originara en China. Y no creo que realmente toleren ningún estudio objetivo para investigar el origen de esta enfermedad”, dijo un investigador chino a CNN.
Según la norma emitida por el departamento de ciencia y tecnología del Ministerio de Educación, “los documentos académicos sobre el rastreo del origen del virus deben ser estrictamente administrados”. Esta norma se produjo durante una reunión del 25 de marzo celebrada por el grupo de trabajo del Consejo de Estado sobre la prevención y el control de covid-19.
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