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Una nueva esperanza: identifican los niveles de temperatura en que los rayos solares y la humedad son mortales para el COVID-19

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Una nueva esperanza: identifican los niveles de temperatura en que los rayos solares y la humedad son mortales para el COVID-19

El estudio oficial llegó a la Casa Blanca y una luz de esperanza se asoma con la llegada del verano boreal en ese país.

Con una temperatura de entre 21 y 24 °C y una humedad del 80% en una superficie no porosa, el virus tarda 6 horas en reducirse a la mitad. (Getty)

Redacción Depor

24/04/2020, 10:36 a.m.

Sigue el estudio constante respecto al tratamiento y la búsqueda incansable de una vacuna para combatir el COVID-19, una enfermedad que ha contagiado alrededor de 3 millones de personas y se ha cobrado la vida de casi 200 mil de ellas. Uno de esos estudios ha despertado una luz de esperanza con la llegada del verano en Estados Unidos.

En ese país, el más dañado en el mundo con más de 870 mil infectados, un grupo de investigadores realizó un estudio -y se lo habría presentado a la Casa Blanca- donde encontró que los rayos del sol podrían matar rápidamente al coronavirus si se dan algunas características.

“Nuestra observación más llamativa hasta el momento es el potente efecto que la luz solar parece tener para matar el virus, tanto en superficies como en el aire”, explicó William Bryan, asesor sobre ciencia y tecnología del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

“Hemos visto un efecto similar tanto en las temperaturas como en la humedad. El alza de las temperaturas o de la humedad, o de los dos, es generalmente menos favorable para el virus”, agregó.

Estudio sobre superficies y en el aire

El estudio mostró que, con una temperatura de entre 21 y 24 °C y una humedad del 20% en una superficie no porosa, el virus tarda 18 horas en reducirse a la mitad. Pero el coronavirus fue sometido a la misma temperatura con una humedad del 80%, solo demoró seis horas. Todo eso cambió y se redujo a apenas dos minutos cuando se le añadió la exposición a la luz solar.

Cuando se expuso el virus al aire con una temperatura de entre 21 y 24 °C y una humedad del 20%, el patógeno se redujo a la mitad. Cuando hubo presencia solar, el virus tardó apenas un minuto y medio para hacerlo.

La investigación abre una puerta de esperanza con miras al cambio de clima que se aproxima al hemisferio norte, donde la llegada del verano está por darse y podría acondicionar los factores para reducir la propagación del virus.