Nos encontramos en tiempos de cuarentena, pasando el tiempo en casa y en familia, impedidos de salir a las calles ante el aislamiento obligatorio que hay en el Perú y el mundo. Con decretos de urgencia establecidos en América, Europa como en Asia, el humano ha dejado de salir a las calles y, con ello, ha provocado una gran descontaminación en el planeta Tierra. Ya no hay autos en las calles, tampoco está el ruido de las bocinas y las grandes embarcaciones se encuentran en los puertos. ¿Qué implica ello? La naturaleza se ha abierto el paso en los últimos días.

A finales de febrero, la NASA confirmaba el descenso de la polución en China por el impacto del brote del . Algo similar ha pasado en los últimos días en Italia, cuando la Agencia Espacial de Europa ha mostrado también los descensos que hay en el país de la bota.

Todo gracias a los satélites de observación de la agencia espacial de Estados Unidos y la Agencia Espacial Europea, quienes mostraron que la concentración de dióxido de carbono descendió de buena forma, tal como ha explicado la investigadora de la calidad del aire en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Fei Liu: “Esta es la primera vez que veo una caída tan dramática en un área tan amplia para un evento específico”.

A partir de ese entonces, y después de que otros países como Italia o España hayan decidido tomar las mismas medidas de cuarentena, la naturaleza ha comenzado a volver a las grandes ciudades. Durante estos últimos días, hemos podido ver los canales de Venecia completamente transparentes gracias a la reducción del tráfico marítimo.

Un escenario que ha permitido la vuelta de pequeños peces y cisnes, quienes recorren los canales libremente mientras la sociedad aguarda en sus casas para hacer frente al , tal y como han demostrado varios usuarios en Twitter: “Ver tantos peces en los canales era extremadamente raro antes de la cuarentena. Espero que aprendamos de este trágico momento, y que cuando esto termine, Venecia podrá lograr un equilibrio entre las multitudes de turistas y la limpieza”.

Sin embargo, no solo ha sido Venecia. También ha pasado en Roma, cuando varíos jabalíes se han dejado ver a raíz de que no hay una multitud de personas caminando en la calle. En definitiva, con el humano en aislamiento obligatorio, la naturaleza ha recuperado lo suyo.


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