El mundo se ha paralizado a causa del coronavirus. Miles de industrias han cerrado sus puertas, debido a la cuarentena en la que están inmersas cientos de países; los vehículos ya no están atracados en las avenidas en plenas horas puntas, sino aparcados en veredas y cocheras. La humanidad se ha detenido, pero la naturaleza retoma los espacios perdidos.
“La pandemia del COVID-19, ha traído impactos positivos en el ambiente como consecuencia del freno obligado impuesto a las industrias, a muchas de las actividades humanas, al transporte aéreo y terrestre. Así como el aislamiento de millones de personas”, sostiene la directora de la Licenciatura en Gestión Ambiental de la Universidad Blas Pascal, Eugenia Alaniz.
Las bajas emisiones de smog en el planeta han permitido que el aire se vaya limpiando gradualmente y los espacios, antes ocupados por los humanos, sean devueltos a la flora y fauna silvestre. En algunas ciudades del mundo se ha visto la presencia de cóndores, venados y hasta tigres.
Pero no es lo único. Solo hace falta dar un vistazo a los jardines en casa y, si se tiene la oportunidad, a los parques, pues las plantas han tomado un respiro de su función de limpiar el aire. Si antes tenían que absorber gran cantidad de dióxido de carbono durante al fotosíntesis, esta es casi inexistente, ante el aislamiento de humo de los carros, así como de personas en las calles.
Más de 1.5 millones de personas han contraído el coronavirus, de las cuales más de 90 mil han fallecido. Estados Unidos se ha convertido en el nuevo epicentro de contagio, al tener casi medio millón de infectados. Pese a estas cifras, este país no ha impuesto medidas drásticas para frenar el virus y es una de las pocas naciones que se mantiene ‘activa’ en el sector industrial.
Caso distinto sucede en países como España e Italia, muy golpeados por el COVID-19. Los representantes ejecutivos de estos Estados decretaron cuarentena obligatoria ante la expansión rápida del virus. Alemania, Hungría, Países Bajos y otras naciones europeas también han optado por paralizar sus industrias, así como en América Latina.
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