Desde que Meghan Markle se casó con el príncipe Harry, todos los ojos se centraron en la barriga de ella para descubrir un pronto embarazo. El mismo sucedió pronto, y ahora todo indica que este mes llegará la séptima persona en sucesión al trono de Reino
Unido.
Sin embargo, este camino no ha sido nada fácil. En primer lugar por la presión de los medios para conocer cuándo comenzaba a crecer la "barriguita" de la duquesa y después del anuncio oficial de su embarazo, cómo abordar el tema del parto natural.
Y es que desde ese momento todo lo que ha dicho se ha convertido en objeto de debate, ya que ha confesado su pasión por las prácticas holísticas y terapias alternativas para poder dar a luz sin la necesidad de anestesia, algo muy doloroso y poco común en otras partes del mundo, pero no en Reino Unido.
En un inicio, ella siguió una terapia de acupuntura en Londres para los primeros meses, pero lo cierto es que, a pesar de haber sentido cierta calma en las sesiones, no existe ninguna evidencia sobre la eficacia de este tratamiento, así que intentó otra cosa.
Durante su participación del British Fashion Awards, ella comenzó a realizar distintos movimientos con sus manos en su vientre, que luego en Twitter serían comparados con técnicas de relajación que se enseñan en centros de hipnoparto.
Los especialistas en este rubro creen que algunas técnicas pre-natales pueden ayudar a la madre a superar el parto de forma natural y sin dolor. El príncipe Harry la ha acompañado en esta terapia, ya que son ambos los padres que tienen que conocer la fisiología del nacimiento para entender el proceso del cuerpo y cómo reacciona a ciertos estímulos.
Por si fuera poco, Meghan también saltó al ojo de la tormenta cuando decidió contratar a una Doula, una mujer sin preparación que aconseja y acompaña durante el parto, en lugar de un doctor o una Matrona. Por último, también decidió atenderse en un hospital de la seguridad social en lugar del clásico Lindo Wing, donde los anteriores miembros de la familia real también nacieron.
De una u otra manera, este mes será el momento definitivo para descubrir si toda esta preparación rindió frutos a la Duquesa. Cabe resaltar que las cosas están un poco tensas en la corona por el enfado de la Reina Isabel II.