En 1947, la junta directiva del Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago en Estados Unidos, creó un aparato que se encargaría de ver qué tan cerca está la humanidad de la extinción total. El mismo fue bautizado como el "Reloj del Fin del Mundo".
Este aparato, a diferencia de lo que muchos creen, no es un reloj que siempre está en movimiento cuyos minutos y horas significan lo mismo que en el tiempo real, sino simplemente es una representación gráfica de cuánto faltaría para que la humanidad desaparezca o ya no pueda seguir viviendo en la tierra.
Cuando recién se creó, el reloj se posicionó a las 23:53 horas, ya que luego de la Segunda Guerra Mundial y en plena Guerra Fría, el ser humano estaba a un paso de una destrucción total por armas nucleares o conflictos entre naciones.
Actualmente, el reloj está a las 23:58 horas, algo que se mantiene desde el 2018 por el ascenso al poder de Donald Trump, los conflictos que existen entre Pakistán e India y el enorme cambio climático que cada vez está peor en el mundo.
Al final, este Reloj del Fin del Mundo no es más que una advertencia para la humanidad de no seguir con los conflictos bélicos y tomar conciencia sobre la contaminación mundial. De no ser así, podríamos llegar a las 0:00 horas y causar el Apocalipsis.