La tortuga estaba entre las fauces de un tiburón cuando se encontró con el bote de unos pescadores. El increíble momento se ha vuelto viral en las redes sociales. (Foto: Kai Owen Fishing / YouTube)
La tortuga estaba entre las fauces de un tiburón cuando se encontró con el bote de unos pescadores. El increíble momento se ha vuelto viral en las redes sociales. (Foto: Kai Owen Fishing / YouTube)

¿Te imaginas estar dando un paseo en bote y, de un momento a otro, toparte con una tortuga que hace lo posible por escapar de las fauces de un tiburón en mar abierto? Probablemente suene como algo digno de una producción hollywoodense; sin embargo, fue lo que le sucedió hace unos días a unos jóvenes que salieron a pescar cerca de las Bahamas. La filmación se ha vuelto en Internet.

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Kai Survance y su amigo Bronson Russell salieron a pescar con la esperanza de atrapar un poco de peto o guaju, pero poco después de adentrarse en el mar, vieron que un tiburón hacía lo posible por destruir el caparazón de una tortuga con su poderosos dientes.

“Estábamos a tres millas [casi 5 kilómetros] de la costa y estaba nadando alrededor. Pensamos que era un pez marlín en realidad”, recordó Survance en conversación con Fox News; no obstante, poco después descubrieron que se trataba de un tiburón tigre gigante.

A través de un video publicado en redes sociales, y que no ha tardado en volverse viral, se puede ver cómo el escualo llevaba en su mandíbula a la tortuga marina. Debido a la dureza del caparazón, el depredador no podía convertir al reptil en su presa.

Fue en ese momento que la tortuga, que no paraba de agitar sus patas delanteras, golpeó su cabeza contra la embarcación. En ese momento, los jóvenes sabían que quería ayudar al reptil, pero que no podían extender sus brazos para agarrarla debido a que podía ser peligroso. “No quería sacar la mano, ese tiburón tigre era enorme”, dijo Surbance, quien no podía dejar de expresar su asombro por el insólito suceso: “Dios mío, Dios mío”.

Por eso, esperaron a que el tiburón soltara a la tortuga para poder agarrarla y ponerla a salvo. “Hicimos que el barco retrocediera y la agarramos... fuimos tres o cuatro millas hacia aguas poco profundas”, dijo el pescador, quien agregó que fue entonces cuando soltaron al reptil en otro punto un poco más lejano.

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