Siendo una adolescente, Shirleen Mukami tuvo un embarazo “no deseado” y, desde entonces, su vida cambió radicalmente. En su historia narrada en Twitter, la mujer de 20 años oriunda de Kenia (África), revela que en dicho momento de su existencia la pasó terrible, entre otras cosas, porque muchas personas de su entorno más cercano le dieron la espalda.
La publicación en la mencionada red social la realizó el pasado 10 de noviembre, y el hilo empieza de la siguiente manera: “Hola Twitter. Soy Shirleen Mukami, una madre soltera de 20 años de un niño con quien fui bendecida el 15 de junio de 2021. Cumplirá 5 meses en los próximos días, pero ¿Qué hay que celebrar? Ha sido un viaje de infierno y angustias y dolor insoportable. Aun así, presiono”.
Tras esto, Mukami asegura que tras enterarse que estaba embarazada, que no interrumpiría el mismo, por lo cual, de un momento a otro, y de forma dramática, sus estudios universitarios se vieron truncados, pero también sufrió el rechazo de muchos de sus amigos y hasta de sus propios padres.
Pero, no solo sucedió esto, pues también fue abandonada por el padre del menor: “Tras varios días de intentar razonar con él, me di por vencida y decidí concentrarme en mí y en el ser humano que crece en mí. Dolía que negara algo tan obvio (…) Cuando decidió que lo termináramos (aborto), me sentí aún más estúpida. Aun así, seguí adelante con el embarazo”.
La sola decisión de no terminar con la gestación le trajo consecuencias negativas: “Dejé la universidad, se tensó la relación con mis padres, perdí amigos, perdí mi vida social, perdí al hombre que amaba, lo perdí todo. No estaba preparada para la tensión emocional que un embarazo puede generar a una mujer. Mi vida se volvió oscura”.
Shirleen, mirando atrás hacia esos momentos, reflexiona cómo es para varias mujeres jóvenes que quedan en cinta sin haberlo planificado: “Pensé en todas las mamás jóvenes como yo, de veintitantos años. Sin trabajo, papás ausentes, familias sin apoyo, sin dinero. No podía imaginar cuántas somos. Y deseabas que nuestros ‘hombres’ asalariados supieran lo que significa huir de su joven amante embarazada”.
A pesar de esto, la joven de 20 años asegura estar sacando adelante a su hijo con mucho esmero, pero no por ello deja de asegurar que la pasa mal a diversos niveles.
“He criado con esmero a este niño sola, sin dinero y con oraciones interminables. Solo tienen 5 meses y estoy perdiendo la cabeza. No puedo imaginar los duros que podrían ser los siguientes meses y años. Esto perturba mi mente y necesitaba ocuparme. Luego, llamé a una amiga”.
Con esta amiga, revela Mukami, tuvieron la iniciativa de compartir sus experiencias con otras madres adolescentes y jóvenes, con dificultades económicas como sociales, grupo al cual han bautizado como “Baby Shower Sisters”, las cuales buscan generar conciencia sobre esta realidad en la sociedad de Kenia y tienen entre sus primeras metas, alcanzar a 100 madres que recojan estas particularidades antes del final del presente año.
En los mensajes finales del hilo en Tweet, Shirleen expresa lo siguiente: “kenianos, por favor, apoyen nuestra pequeña iniciativa ‘Baby Shower Sisters’. Hemos estado haciendo poco y nos importa hacer mucho. Salir más. Conocer más madres y curar nuestras mentes. Yo ni siquiera tengo mucho. Pero es al dar que yo misma he estado recibiendo uno o dos pañales”.