Con la reciente disolución del Congreso de la República y la baja aceptación de los congresistas bajo las encuestas, no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacer un poco de memoria. Los videojuegos, libros y otros tipos de arte buscan hacer sátira de la realidad nacional y el mejor ejemplo es 'Vladigame'.
Este título se autodefinió como un "juego electrónico de ficción política". Consistía en tomar el papel de Niko, un pequeño que se veía sorprendido por la realidad nacional de los años 90 y 2000, y atarcar a los monstruos del Perú con una pistola de pelotas.
Al mismo estilo de Rambo, salías a las calles para encontrarte con personajes de la política peruana, como los hermanos Kouri, Agustín Mantilla, Laura Bozzo, los hermanos Winter, Marta Chávez y Hugo Chávez.
Por supuesto, esto conllevó a una demanda judicial de parte de los aliados de Alberto Fujimori. Pero la situación no paró a los desarrolladores para lanzar una segunda parte, en la que los tentáculos del "Montesinos" ficticio cubría más espacios de la política.
"Los videojuegos, por lo general, tienen mucho más fuerza con los niños, y creo que a veces hay que ser un poco niño para hacer un videojuego. Y eso fue lo que hicimos. Tomamos a un niño [hijo de un padre desempleado] que sale a enfrentar la corrupción con una escopeta de juguete que lanza pelotas", comentó Fernando Gonzales, responsable del juego, en el 2001 para el medio BBC Mundo.
Sin duda, se trata de una sátira interactiva y educativa que buscaba aproximar a los pequeños a lo que estaba sucediendo en el Perú.