El Torneo Internacional de Fútbol Base (MIC) llegó a su fin en una final más que esperada. Los cadetes del Barcelona y el Espanyol rememoraron el clásico catalán en la categoría y se la llevó el cuadro culé, pero un hecho antideportivo manchó las celebraciones.
Las finales en todas las categorías suelen ser partidos jugados a mil, más cuando es un clásico entre equipos rivales, sea la categoría que sea. La misma intensidad que muchas veces se vive en países sudamericanos pasa en Europa. Así se pudo comprobar durante la tanda de penales que definió a campeón del MIC.
Todo andaba bien. En el tiempo reglamentario, ambos equipos de la categoría B1 (-16 años) igualaron 0-0 y el resultado los llevaba al empate. En un duelo muy parejo, el que se dejaba ganar por los nervios, perdía. Pero sucedió lo que pocos pudiesen imaginar a esos años.
Jesús Alba Ramos "Txus" fue el encargado de ejecutar el segundo disparo para el equipo culé. El pequeño transformó el penal en gol picándosela a Iker Venteo y puso el 2-2. Tras convertir, fue a buscar el balón y golpeó la cabeza del arquero por detrás.
"Hemos perdido. Pero orgullosos de no ser como ustedes. Aquí se ve a un jugador del Barcelona metiéndole una colleja al portero", escribió un fanático del Espanyol en su cuenta de Twitter.
Al final, el Barcelona se impuso al Espanyol por 3-2 en lo que fue el clásico de la ciudad condal y se consagró campeón de la MIC 2019 de la categoría B1. Sin embargo, lo que se propagó a través de las redes sociales fue el gesto antideportivo, que fue fuertemente repudiado por los usuarios.
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