Emily Ratajkowski, de 29 años, publicó un artículo escrito en primera persona para “The Cut”, de New York Magazine en su edición del pasado 14 de septiembre de 2020. La modelo tituló su trabajo “Comprarme de nuevo”, y abordó los problemas que ha enfrentado por los derechos de imagen y de las fotografías que le toman.
Sin embargo, lo más fuerte que Emily Ratajkowski escribió fue una acusación de agresión sexual de parte de un conocido fotógrafo. El hecho ocurrió en 2012, durante una sesión con Jonathan Leder. Según contó la modelo, ella acudió a la casa del gráfico en The Catskills, Nueva York, donde posó en lencería durante la primera parte de la sesión y después desnuda.
Mientras las horas pasaban, ambos tomaron vino, según dijo la modelo. Al terminar la sesión, ella se sentó sobre un sofá de la vivienda. “Tenía frío, tiritaba y estaba acurrucada debajo de una manta. Jonathan y yo estábamos en su sofá, y la textura áspera de sus jeans frotaba con mis piernas desnudas”, contó Emily, agregando que hablaba con el fotógrafo sobre su pasado amoroso.
Aunque no recuerda haberlo besado, Emily aclaró que lo que sucedió después no es tan claro en su mente. “… sí recuerdo que sus dedos de repente estaban dentro de mí”, escribió la también actriz. Rápidamente, la modelo tomó su muñeca con fuerza y retiró su mano, provocando que Jonathan se levante y se retire.
SE DEFIENDE
Según señala la publicación, se contactaron con el fotógrafo para que de su descargo de los hechos denunciados por Emily y solo atinó a responder que las acusaciones le parecían infantiles. “¿Sabes de quién estamos hablando, verdad?”.
Daily Mail señaló que el fotógrafo asegura que las acusaciones de Ratajkowski son falsas. “Me siento mal por ella porque está en un punto de su carrera en el que tiene que recurrir a tácticas como esta para ganar prensa y publicidad. Es vergonzoso”, dijo.
Asimismo, el diario inglés precisó que esta no es la primera vez que Ratajkowski se enfrenta a Leder, ya que antes se había quejado de que el fotógrafo publicara –sin consentimiento- un libro con imágenes de la modelo. En el texto que escribió para “The Cut”, Emily dijo que intentó por todos los medios evitar esta publicación.
“Mi abogado envió cartas de cese y desistimiento: una a la editorial improvisada de Jonathan y otra a una galería en el Lower East Side que había anunciado que realizaría una exposición de las Polaroid. Mi abogado argumentó que Jonathan no tenía derecho a usar las imágenes más allá del uso acordado”, señaló la modelo para The Cut. “La galería respondió al New York Times que tenía un modelo de autorización firmado por mí. En ese momento, dejé de trabajar con mi agente”, añadió.
Al final de su texto, Emily Ratajkowski reconoce que ha pensado en vender algunos bienes para obtener dinero y demandar al fotógrafo; sin embargo, desiste porque confía en que llegará el día en que se acaben las fotos, pero ella seguirá siendo la misma de siempre. “La Emily que es dueña de la gran artista, y la que también escribió este ensayo. Ella continuará forjando el control donde pueda encontrarlo”, puntualizó.