Los fanáticos que siguen Dragon Ball Super saben que Toyotaro se adelantó al desarrollo del anime con la saga de los ‘Prisioneros de la Patrulla Galáctica’. El manga ha presentado a un nuevo villano llamado Moro, el cual cuenta con la capacidad de absorber la energía de sus enemigos dejándolos indefensos. Goku y Vegeta han tenido que volver a entrenar para poder luchar con él.
Por un lado, Vegeta fue al Planeta Yardrat para aprender algunas de las misteriosas técnicas de esta raza mientras que Gokú se quedaba a entrenar con Merus en una habitación del tiempo. Ambos comenzaron a pulir sus habilidades en batalla, pero una revelación llevaría la historia por otro lado en el último capítulo del manga de “Dragon Ball Super”.
Resulta que todas las sospechas de Merus eran ciertas: es un ángel. Específicamente hablando es de la misma raza de los ángeles que Whis y compañía, además de estar estrechamente relacionado con él y con Daishinkan, el padre de todos los ángeles.
Mientras Gokú y Merus luchaban para entrenar, Whis fue a visitar a su padre en el reino de los ángeles para conversar con él de su hermano Merus. Ambos estaban al tanto de la situación y Daishinkan comentó que Merus estaba en la cuerda floja y que no permitiría que siga violando la ley de los ángeles.
Aquí Whis le pide que sea él quien se encargue de su hermano y Daishinkan se sorprende, pero deja que el ángel del Universo 7 vaya en búsqueda de su otro hijo para detenerlo. Antes de irse, hacen hincapié en el hecho de que Merus está a punto de quebrantar la ley por usar su poder como ángel para ayudar a Gokú, mientras que Whis entrenó al saiyajin solo porque le darían comida de la Tierra.
Al llegar con ellos, Whis detiene a Merus y a Gokú antes de que ambos comiencen a luchar con todas sus fuerzas, explicando que ahí no se consideraría entrenamiento sino un combate y se consideraría a Merus como un ángel que rompió la regla de la imparcialidad.
Sin embargo esto no queda muy claro. En el manga se explica que los ángeles son seres que deben ser imparciales en todo el momento, pero durante todo este tiempo se han mostrado como seres sentimentales al reírse, enojarse, entristecerse y hasta tener envidia de ciertas situaciones o personas que se encuentran debajo de ellos.
Por otro lado, ¿quién decide cuando un ángel ha roto la regla de la imparcialidad y cuándo no? Aquí yacen dos teorías. La primera explica que esta raza de seres desaparecería espontáneamente si tomaran una decisión que apoyara al bien o al mal, todo con tal de mantener el equilibrio entre ambas fuerzas.
Esto parece muy poco probable, ya que debería existir una fuerza superior a Zeno Sama que decidiera si los ángeles han quebrado la ley de la imparcialidad, algo intangible y absoluto. Además, tanto Whis como Merus hubieran desaparecido o hubieran tenido más miedo de hacer lo que hacen si este fuera el caso, ya que no se podría razonar contra una desaparición espontánea.
Pero es por esta incógnita que nace la segunda teoría sobre la muerte de los ángeles: Daishinkan es quien los mata si violan alguna ley sagrada. Como se vio en el último manga, todo indicaba a que el Gran Sacerdote traería a Merus ante su presencia, tal vez para eliminarlo definitivamente y por ello Whis le pidió a su padre que él se encargaría de su hermano menor.
Considerando que el Gran Sacerdote es el “padre” de todos los ángeles, esta opción no parece tan descabellada como una desaparición espontánea. De momento no se ha confirmado textualmente de si es el mismo Daishinkan quien desaparece a los ángeles o si ya lo habría hecho en el pasado.
Solo queda esperar a descubrir cuál es el verdadero objetivo de los ángeles además de preservar el equilibrio entre la maldad y la bondad, siendo imparciales en todo momento para que sus enormes poderes de ángeles no jueguen como una ventaja injusta al bando que apoyen.