A través de Manga Plus y la revista V-Jump ya se comparte el capítulo 74 del manga de Dragon Ball Super. La saga de Moro ha llegado a su fin y ahora es momento de eliminar a Granola, el nuevo villano de la obra del arco argumental. Como es de esperarse, Vegeta ha demostrado en este episodio que está un escalón por encima de Goku.
Dragon Ball, en este momento, se encuentra en una carrera para descubrir quién es el personaje más poderoso. Goku, por su lado, ha caído en combate pese a utilizar el Ultra Instinto.
Granola pidió a Ultimate Shen Long convertirse en el guerrero más poderoso del universo, así que va con ventaja sobre Vegeta. No obstante, es momento de liberar el poder de los Dioses de la destrucción.
Pese a recibir muchos golpes, el príncipe de los saiyajins sabe que este es un combate que lo ganará sin problemas. Inclusive le increpa a Granola sobre qué ha estado haciendo durante todo el tiempo que obtuvo su poder.
En otras palabras, le comenta que al no entrenar, no podrá vencerlo. Recordemos que Vegeta cuenta con amplia experiencia en combate; en el Torneo de Poder se enfrentó a Toppo, el candidato a Dios de la Destrucción del universo 11, y recientemente se entrenó con Bills.
¿Por qué Vegeta odia la forma de haerse más fuerte que Gokú en “Dragon Ball Super”?
Cuando Vegeta llega al planeta, los Yardrats le enseñan el Spirit Fission, o la “Partición Forzada del Espíritu”, que le permite devolver la energía a su fuente original después de haber sido redirigido a otro lugar. La técnica resulta bastante útil durante la batalla y ayuda a Gokú a acumular toda la energía que necesita para derrotar a Moro, el Devorador de Planetas. Sorprendentemente, Kakaroto había intentado sin éxito dominar la Partición Forzada del Espíritu a pesar que tenía más tiempo para entrenar.
Pero la victoria de Vegeta es agridulce. La primera técnica que aprende y que Gokú no pudo es el tipo de movimiento que el Príncipe Saiyajin pensó debajo de su raza guerrera. Como dijo mientras se dirigía a aprender la técnica: “No es una estrategia que me guste”. Irónicamente, el Príncipe de los Sayajin puede haber superado a su guerrero compañero de una manera que no le agrada.
A pesar que Vegeta aún no lo ha usado en la batalla en el capítulo 73, la forma en que dominó la técnica divina es una de las razones por las que nunca se molestó en aprender el Ultra Instinto. Durante el Torneo de Poder, le dice a Jiren que no quiere que le enseñen nada, ya que prefiere “los fuegos del entrenamiento en solitario”. Y, sin embargo, Beerus termina enseñándole.
Al final, el padre de Trunks debe llegar a la inevitable conclusión que la única forma en que realmente puede superar a Gokú es dejando de lado sus nociones preconcebidas sobre lo que significa la fuerza absoluta y ser un verdadero gran guerrero. Kakaroto deja a un lado el orgullo y solo se preocupa por volverse más fuerte, mientras que Vegeta se ha estado encadenando a sus principios que lo agobiándolo.
Una de las principales objeciones de Vegeta para aprender Ultra Instinto fue que se niega a estar a la sombra de Gokú, pero el Príncipe Saiyajin ya siguió a su rival para convertirse en Super Saiyajin; además, es claramente capaz de hacer hazañas que su compañero no, pero si descarta todos los caminos, fallará no porque sea incapaz, sino porque está obsesionado con reglas que nadie más espera que él observe.
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