Ya sabes lo que dicen de los excesos... Los juegos sirven para desvincularse después de una jornada laboral ardua, establecer conexiones con amigos y adquirir nuevas habilidades. No obstante, al igual que las redes sociales, los juegos pueden interferir con las rutinas diarias y necesidades fundamentales, como un adecuado patrón de sueño o el rendimiento académico. La relación entre los juegos y la salud mental es innegable, y la práctica de juegos saludables se traduce en una experiencia más plena y satisfactoria para los jugadores.
Los expertos de Acer compartieron varios consejos sobre cómo equilibrar los juegos de la vida real; un poco de orden siempre cae bien para ser un ganador en todos los espacios de la realidad.
Establecer límites: tener una rutina de juego saludable es crucial para garantizar un equilibrio positivo. En lugar de tomar el control cuando lo deseen, los jugadores pueden programar tiempo para jugar y otras tareas como comer comida nutritiva o hacer ejercicio. Establecer límites ayuda a mantener fresca la experiencia de juego y permite descansar entre sesiones, lo que da tiempo a los músculos y reflejos para repararse. Permitir que el tiempo de juego sin restricciones se filtre en la vida diaria puede provocar sentimientos de estar fuera de control e impactar negativamente en nuestro espacio mental. Tener un espacio de juego dedicado ayuda a evitar límites borrosos entre los juegos y otras tareas de la vida. “Por ejemplo, jugar en la cama puede significar que no tenemos un límite claro entre el tiempo de juego y el tiempo de dormir, lo que significa que tenemos dificultades para descansar bien por la noche. Un espacio separado nos ayuda a ser más disciplinados con nuestros hábitos de juego y nos permite trazar una línea entre los juegos y otras actividades”, dice Acer, quien ha estudiado los comportamientos de los gamers y es un jugador esencial en el mercado.
Establecer un límite de tiempo: nuestra vida diaria incluye compromisos escolares o laborales, tiempo en familia y dormir lo suficiente. Además de límites estrictos, también deberíamos establecer un límite de tiempo para jugar. Es fácil excederse o perderse en mundos de fantasía y convencernos de jugar un juego más antes de dejar el control. Limitarnos a un determinado tiempo de juego cada día puede ayudarnos a ser más organizados y productivos en otras áreas de la vida. Establecer un límite de tiempo podría incluir investigar cuánto durará una partida o configurar una alarma para indicar cuándo hemos alcanzado nuestra cuota de tiempo diaria.
Tome descansos regulares entre juegos: estos descansos son cruciales para ayudar a nuestro cuerpo a recuperarse entre sesiones de juego intensas. Al igual que estudiar concentrado antes de los exámenes, los períodos de juego prolongados e ininterrumpidos pueden dañar nuestros ojos y músculos. Tomar descansos regulares para jugar y permitir que nuestros músculos descansen puede mejorar nuestras habilidades de juego y tiempos de reacción. Además, levantarse y estirarse entre sesiones mejora el flujo sanguíneo y la circulación.
Dormir lo suficiente: el sueño inadecuado puede dejarnos de mal humor y ansiosos y puede provocar problemas de salud crónicos como enfermedades cardíacas, diabetes y presión arterial alta. Dormir entre 7 y 8 horas cada noche puede mejorar nuestra capacidad para combatir los gérmenes y las enfermedades, curarnos y repararnos, y apoyar el crecimiento y el desarrollo de los niños. Los jugadores deben mantener una buena higiene del sueño para tener una mente y un cuerpo sanos y mejores sesiones de juego.
Limitar el gasto monetario en juegos: los desarrolladores de juegos pueden lanzar versiones gratuitas de un juego; realizar compras dentro del juego para acceder a áreas que normalmente están restringidas; desbloquear nuevos niveles; recibir vidas ilimitadas o mejorar personajes. Los gastos relacionados con los juegos incluyen compras únicas conocidas como microtransacciones para mejoras adicionales como más poder o vidas. Las suscripciones a largo plazo incluyen una tarifa mensual o anual para jugar. Aunque no parezca mucho, estos costos pueden acumularse, especialmente cuando se considera el precio de equipos como auriculares o controladores adicionales. Los padres pueden utilizar los gastos del juego para enseñar a sus hijos sobre cómo hacer presupuestos y ser autodisciplinados. Los jugadores adultos deben crear un presupuesto y limitar sus gastos en juegos para evitar tener que hacer sacrificios financieros en otros lugares.
Juego con amigos u otras personas: los juegos no tienen por qué ser solitarios: pueden ser un evento social y brindar oportunidades para conocer gente de todo el mundo. Los jugadores automáticamente tienen algo en común, lo que hace que sea más fácil romper el hielo y hablar con la gente. También brinda un sentido de pertenencia a una comunidad y permite a los jugadores hablar sobre los problemas que enfrentan, intereses comunes o cómo mejorar sus habilidades de juego.
Tener un pasatiempo fuera de los juegos: además de tomar descansos regulares, tener pasatiempos además del juego puede ayudarnos a relajarnos y aliviar el estrés. Los pasatiempos también nos animan a socializar y conocer gente nueva mientras hacemos las cosas que amamos. A través de los pasatiempos, podemos volvernos más seguros y creativos, lo que nos brinda una sensación adicional de logro fuera del mundo de los videojuegos.
Reconoce la adicción a los videojuegos y aprende a buscar ayuda: las adicciones a los juegos pueden ser difíciles de abordar porque jugar juegos tiene un beneficio social adicional. Es fácil hacer pasar una adicción por pasar tiempo con amigos o hacer algo que amamos. Sin embargo, tener una fuerte conciencia de uno mismo es clave para reconocer la adicción. Si amigos o familiares mencionan nuestros hábitos excesivos de juego, o si elegimos tomar nuestro control en lugar de dormir o pasar tiempo con otras personas, puede ser el momento de preguntarnos si nuestros hábitos de juego son saludables o no. El juego excesivo puede afectar la salud mental y es importante comunicarse con sus seres queridos o profesionales si sospechamos de una adicción.
Contenido GEC