Desde su lanzamiento, Fortnite se ha ido convirtiendo en el battle royale más jugado en todo el mundo. Tanto es así que, según una gráfica de Statista publicada por 3djuegos, sería más rentable ganar el mundial del juego de Epic Games que convertirse en campeón del Roland Garros de tenis.
El crecimiento de los eSports (deportes electrónicos) parece imparable. En algunos casos los premios que se les otorga a los ganadores superan a los que entregan los torneos más tradicionales del mundo.
La bolsa por coronarse campeón mundial de Fortnite dejó atrás a los premios de otros certámenes como el Masters de Augusta de Golf (1.7 millones de euros), el Tour de Francia (500 mil euros) o el Maratón de Nueva York (89.000 euros).
A este monto hay que agregarle los ingresos que se generan por sponsors. Allí, la brecha se agranda debido a la gran cantidad de marcas que están apostando por los eSports en detrimento de los deportes tradicionales.