La serie Kimetsu no Yiba, también conocida como “Demon Slayer” se ha convertido en una de las preferidas de quienes gustan de las producciones que tiene que ver con demonios y zombies. Precisamente, aquí uno puede observar cómo se desarrollan las épicas batallas entre los cazadores de demonios contra las criaturas del mal que solo buscan alimentarse de las personas.
MÁS INFORMACIÓN: “Demon Slayer”, Koyoharu Gotouge, el misterioso creador del famoso manga y anime
En la historia se presentan a los guerreros que se han convertido en los cazadores más fuertes entre los que destacan Gyomei Himejima, Sanemi Shinazugawa, Obanai Iguro.
También está Mitsuri Kanroji, Tengen Uzui, Muichiro Tokito, Shinobu Kocho, Kyojuro Rengoku y Giyu Tomioka. Todos ellos han enfrentado a diversos demonios y los han derrotado. Por ello, han logrado convertirse en Pilares tras atravesar y superar varios retos que pusieron en peligro sus vidas, y llevaron su cuerpo y mente al límite. Pero en el anime hay uno de los guerreros que destaca, además, de sus habilidades, por ser distinto a los demás.
También conocido como el “Pilar del Agua”, es uno de los guerreros más talentosos en Kimetsu no Yiba, debido a que ha sabido derrotar a varios demonios con lo que pudo obtener la posición de Hashira y así superar a su maestro Sakonji Urokodaki.
Pero él no siempre fue poderoso, pues, cuando era más joven sufrió mucho cuando los integrantes de su familia fueron atacados por los demonios quienes acabaron con sus vidas. En dicha ocasión él pudo sobrevivir gracias al sacrificio de su hermana.
Por ello, quisieron llevarlo con un doctor que era muy reconocido en el campo de las enfermedades mentales y trastornos; no obstante, él sabía que todo lo que había sucedido aquella vez era real.
Fue en esa ocasión cuando Tomioka consiguió escapar hacia las montañas y allí encontró a uno de los pilares, el de agua y su nombre era Sakonki Urokodaki. Él ayudó al joven y lo salvó de unos demonios por lo que también quiso convertirse en un gran cazador.
El Hashira del Agua debido a sus grandes habilidades de enfrentar y derrotar a los demonios, también tenía a sus discípulos quienes eran entrenados con la finalidad de continuar la racha de cazar a las criaturas que causaban terror entre los aldeanos.
Al igual que Tomioka, Sabito era otro de los discípulos del Hashira del Agua. Ambos se convirtieron en grandes amigos y destacaban por tener distintas características. Mientras que Tomioka era talentoso, Sabito era aún más y también destacaba por tener gran fuerza y destreza. Esto lo hacía resaltar por sobre los demás discípulos.
Sabito siendo el discípulo más talentoso que tuvo Urokodaki defendió durante una semana a los participantes donde también se incluía a Tomioka Giyu, a quien salvó del Demonios de las Manos, quien terminaría asesinando a Sabito. Poco después Tomioka se convirtió en cazador de demonios, pero esto lo había logrado gracias a Sabito, quien lo había protegido.
El joven Tomioka Giyu siempre aceptó ser diferente a los demás pilares, esto no es porque fuera más especial sino porque simplemente no lo era. Entre lo que se conoce es que su fuerza era la de Sabito y su hermana. Así pensaba el joven, aunque luego de enfrentarse a varios demonios se podría decir que ello lo consiguió gracias a su fuerza.
Pese a que el resto de discípulos si habían ganado una adecuada posición como verdaderos guerreros fuertes había algo en Tomioka que le decía que él no “merecía” pararse junto a ellos.
Ante ello, Tanjiro Kamado le recordaría el por qué luchaba tanto su hermana, Sabito, Makomo y todos los que habían muerto, ello hizo que Tomioka recobrara su motivación para pelar y poder enfrentarse nuevamente a Kibutsuji Muzan, el verdadero responsable de toda la complicada situación.
Contenido GEC