“La sociedad de la nieve” se ha convertido en una sensación global gracias a Netflix. Cientos de miles de espectadores la posicionaron como uno de los títulos más vistos del streaming en diversos países, incluyendo los Estados Unidos, mercado que muchas veces es difícil conquistar para algunas producciones que originalmente son grabadas en un idioma que no es el inglés.
El largometraje dirigido por Juan Antonio Bayona recrea lo sucedido antes, durante y después del accidente aéreo de Los Andes en 1972, principalmente lo que se vivió en los 72 días que los sobrevivientes estuvieron en la nieve esperando ser rescatados. Las imágenes proyectadas son claras para el público porque han sido vivencias de personas que aún están con vida, pero a su vez esconden un trasfondo que muchos, probablemente, no se hayan dado cuenta.
A lo largo de la película hay detalles o referencias que, a primera vista, es posible que pasen desapercibidos, pero a gran escala tienen un significado oculto, ya sea por algún tipo de homenaje a alguien, alusiones a ciertos aspectos de la vida real o decisión del director y su equipo de producción. Si quieres saber a qué nos referimos específicamente, te acompañamos en este artículo, el cual presenta una lista elaborada por el portal especializado ScreenRant, en el que enumera algunos guiños ocultos en “La sociedad de la nieve”.
Para hacer la película lo más realista posible, el director tomó la decisión de contactar a varios sobrevivientes e incluirlos dentro del largometraje. Si bien fueron personajes menores o que parecen no tener importancia, su presencia allí contiene un gran significado emocional y sirve como homenaje a todo lo que vivieron en esos años.
Carlitos Páez interpreta a su propio padre en la cinta, Nando Parrado hace de un familiar de la versión joven de él mismo y Roberto Canessa le da vida a un médico que lo ayudó cuando fue rescatado. A todos ellos es preciso añadir a Joaquín De Freitas Turcatti, sobrino de Numa Turcatti, quien aparece al inicio de la cinta como parte del círculo cercano del último fallecido en la tragedia.
A diferencia de otras películas acerca de la tragedia, en esta producción española se optó por utilizar las identidades verdaderas de todas las personas que estuvieron en el avión, ya sean fallecidos o sobrevivientes. Los únicos que no tienen nombre en esta ficción son los pilotos, quienes en la vida real fallecen al momento del impacto.
Algo clave para que se haya decidido la utilización de los nombres reales, es la estrecha relación que Bayona formó con los sobrevivientes y con los familiares de las víctimas de la tragedia. Y es que hubo una muy buena confianza entre ambas partes, la cual fue muy importante con la finalidad de darle un valor agregado al material audiovisual.
La mayoría de la película fue grabada en una localidad de España, a poco más de 2 mil metros de altura, pero unas cuantas escenas fueron filmadas en el lugar del accidente, dándole un valor agregado muy importante al producto final que hoy se puede apreciar en el gigante del streaming.
Aunque hubiera sido mejor rodar toda la cinta en Los Andes, lo peligroso de esta geografía hizo que la idea se descarte para buscar otras locaciones. Finalmente, el lugar parece no haber causado nada negativo al largometraje, el cual trascendió por la historia que se contaba de cada uno de los sobrevivientes.
Una gran cantidad de actores del reparto de “La sociedad de la nieve” fueron uruguayos y argentinos. Esto se debió a que el director quería representar de la manera más fiel posible a los personajes que en la vida real soportaron esta tragedia.
Contrario a lo que se hubiera imaginado uno, estos artistas, en su mayoría, eran inexpertos y recién estaban participando por primera vez en una gran producción. Se cree que se prefirió que sea así para que los actores no trasciendan más que la historia real.
Por lo general, las películas no se graban de manera cronológica, sino que se hace dependiendo de lo que sea más fácil para el equipo de producción. En ese sentido, “La sociedad de la nieve” marca la excepción de la regla.
El director tomó la decisión de que las imágenes sean grabadas en orden con el objetivo que registrar poco a poco los cambios que tienen los actores y que también experimentaron los sobrevivientes, como el crecimiento de uñas y cabellos o la pérdida de peso por falta de comida.
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