El estudio realizado por Bumeran titulado “IA en el trabajo: ¿Qué tan útil es?” destaca al Perú como un pionero en la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) en las labores diarias. Con un notable 49% de los trabajadores peruanos integrando la IA en sus actividades cotidianas, el país se sitúa por encima de sus vecinos regionales y establece un precedente en la era digital.
“La Inteligencia Artificial no solo está transformando nuestra forma de trabajar; está redefiniendo las capacidades de nuestro país y el panorama competitivo de nuestras empresas”, señala Becket Barrionuevo, country manager de Acer en Perú.
Este avance tecnológico, según José Cornejo, gerente de Desarrollo de Negocios para Hispanoamérica en Intel, marca un cambio generacional e inaugura una nueva era de expansión global donde la computación es aún más esencial para la sociedad. Cornejo agrega que este progreso depende en gran medida del desarrollo de hardware avanzado, especialmente de semiconductores, impulsando lo que Intel ha identificado como la ‘Siliconomía’, una época en la que la economía global se basa en el silicio y el software, generando un crecimiento exponencial en áreas clave como IoT, la computación en la nube y, sobre todo, la inteligencia artificial.
El estudio de Bumeran, que contó con la participación de 21 964 personas de la región, revela que los peruanos utilizan la IA principalmente para consultas diarias (43%), automatización de tareas repetitivas (43%) y generación de contenidos (34%). Los beneficios percibidos incluyen ahorro de tiempo (55%), agilización de tareas (51%) y más automatización (43%).
No obstante, estos avances no están exentos de desafíos. Entre ellos se encuentran la dependencia parcial de la IA (39%) y la necesidad de recursos para su implementación (30%). Además, hay preocupaciones sobre la seguridad de los datos (27%) y la integración con sistemas existentes (20%). Los usuarios también señalan ventajas como el acceso rápido a la información (40%), la optimización de procesos (39%) y una mayor eficiencia (36%). Sin embargo, también se destacan desventajas, como la dependencia excesiva en la IA (44%), preocupaciones por la pérdida de empleo (37%) y errores por falta de información (32%).
Sin duda, Perú sobresale como un faro de innovación hacia un futuro donde la inteligencia artificial no es solo una herramienta de trabajo, sino un catalizador para la reinvención económica y social. Con un tejido empresarial cada vez más abierto a la integración de estas soluciones, el país está listo para cosechar los frutos de la eficiencia, la creatividad y el crecimiento sostenible. En este paisaje cambiante, Perú no solo sigue el ritmo de la revolución digital global, sino que también se atreve a marcar el compás para el resto de América Latina.
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