La pelea más esperada del año tenía que tener un emocionante ingreso, así lo entendió Saúl Canelo Álvarez, quien tuvo la brillante idea de ingresar al ring acompañado de banderas mexicanas. Realmente sorprendente.
Acusaciones de dopaje, burlas, confianza desmedida... un año después de su primera pelea, y seis meses más tarde de lo que estaba previsto, el mexicano Saúl Álvarez y el kazajo Gennady Golovkin se ven por fin las caras este sábado en un combate con mucho más que los títulos de los pesos medianos en juego.
En Las Vegas, el T-Mobile Arena ya está listo para albergar una de las mejores peleas del circuito pugilístico contemporáneo, con "GGG" en busca de superar las 20 defensas de sus títulos de la leyenda Bernard Hopkins y el "Canelo" tratando de demostrar que sus dos controles positivos en febrero quedaron en el pasado y que está listo para ser el mejor boxeador de la categoría.
Carteles por todos lados, fotografías y venta ambulante de productos relacionados con la pelea recuerdan en todo momento que es una jornada importante para la ciudad. El hotel MGM Grand, incluso, subió su característico león dorado al ring, convirtiéndose en uno de los lugares más fotografiados antes del combate.
Miles de aficionados viajaron hasta Nevada para vivir el evento en primera persona, en su mayoría mexicanos. Así, hombres y mujeres de todas las edades caminaban por las calles de Las Vegas, bajo un sol abrasador, con camisetas y gorras en apoyo de Canelo, al que esperan ver triunfar en unas horas.