2018 ha sido el año de Nicolás Young. Comenzó ganando el oro en el Mundial IFMA de México; pasó, en total, seis meses en Tailandia, donde peleó en el Max Muay Thai, el evento deportivo con mayor audiencia del país; y cerró el año llevándose el bronce en el Panamericano IFMA de Argentina (en -54kg).
Y para este año, las expectativas son aún más altas: ganar el Mundial IFMA de Muay Thai en Bangkok, Tailandia, que iniciará el 18 de julio. En México ganó la presea dorada, pero en la categoría B. Esta vez competirá en la clase A, la más difícil.
Se inclina por el ‘pro’
Estos éxitos han sido en muay thai amateur, reconocido por el Comité Olímpico Internacional (COI) y que, en el Perú, recibe una subvención del IPD. Sin embargo, Nicolás prefiere combatir en la categoría profesional.
“En Tailandia me di cuenta de que me gusta el profesional”, dijo en su visita a PoliDepor. ¿La diferencia? En el ‘pro’ se utiliza menos protección y, por el método de puntuación, los golpes son más certeros y agresivos.
El tatuaje del poder
Durante su estancia en Tailandia, Nicolás Young aprovechó para hacerse un tatuaje ancestral en su brazo derecho con imágenes de escritura antigua, un cocodrilo y un tigre. Según afirma, es para protegerse.
Cuenta, además, que estas marcas se lo hacían guerreros antiguos para también obtener poder. Y le dio resultado, porque después de hacerse el tatuaje, ganó una pelea por nocaut utilizando su codo derecho.