Ryan Lochte, medallista olímpico con Estados Unidos en los Juegos de , se vio envuelto en un escándalo tras salir de fiesta con sus compañeros de equipo el pasado domingo. El nadador de 32 años afirmó haber sido asaltado por la policía brasileña cuando volvían de una fiesta organizada en la Casa de Francia, algo que no fue exactamente así y tuvo que pedir perdón.

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Las declaraciones de Lochte generaron revuelo para los organizadores del evento, a los que la situación no les caía para nada bien por la situación social en la que se encuentra el país. Es por eso que los trabajos de investigación no cesaron hasta comprobarse, mediante la cámara de seguridad de una gasolinera, que las palabras afirmadas eran totalmente falsas.

Tras lo ocurrido, el Comité Olímpico de Estados Unidos calificó la situación como un "comportamiento inaceptable" señalando en el comunicado que "No representa los valores del equipo de Estados Unidos ni la conducta de la gran mayoría de sus miembros. Revisaremos el tema y las posibles consecuencias para los atletas".

El día de hoy, Lochte – quien estuvo acompañado por sus compañeros Gunnar Bentz, Jack Conger y James Feiger – aceptó su error y pidió disculpas a través de las redes sociales señalando "Me quiero disculpar por mi comportamiento el pasado fin de semana, por no ser más cuidadoso y sincero en cómo describí los eventos de esa mañana y por haberle quitado la atención a muchos otros atletas que estaban cumpliendo sus sueños participando en los Olímpicos".

El deportista viajó de regreso a Estados Unidos el lunes pasado y no tuvo mayor problema con la justicia brasileña, mientras que Bentz y Coger tuvieron que bajarse del avión para declarar ante la policía durante tres horas. Finalmente la situación no llegó a mayores y los implicados ya se encuentran en su país natal.

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