Seis días antes del Super Bowl 2019, empezó una batalla judicial sobre una demanda improbable que busca una repetición del partido de campeonato de la Conferencia Nacional de la NFL que terminó con una victoria de los Rams de Los Ángeles sobre los Saints de Nueva Orleans, un juego que se vio afectado en lo que la liga reconoce que fue una falta no decretada por los árbitros.
Una audiencia el lunes en un tribunal federal no resultó en un fallo inmediato. Se trató en gran parte de una cuestión jurisdiccional.
Los dos poseedores de boletos de los Saints que interpusieron la demanda querían que fuera escuchada en una corte estatal de Nueva Orleans. La NFL pidió que se atendiera en un tribunal federal, donde la jueza de distrito Susie Morgan escuchó los argumentos iniciales al mediodía. Estaba previsto que la jueza se reuniera nuevamente con los abogados de ambas partes en la tarde y de momento no estaba claro si la cuestión jurisdiccional, o el propio caso, se resolvería.
Los árbitros no decretaron penalizaciones por interferencia o rudeza innecesaria cuando un jugador de los Rams derribó a uno de los Saints con un golpe casco con casco en un momento crucial en los últimos minutos del tiempo regular. Los Rams ganaron el partido del 20 de enero en tiempo extra y van a jugar en el Super Bowl el domingo contra los Patriots de Nueva Inglaterra.
La demanda presentada por los dos poseedores de boletos de temporada de los Saints, Tommy Badeaux y Candis Lambert, sostiene que el comisionado de la NFL, Roger Goodell, debería implementar una regla de la liga _la regla 17_ que se refiere a “hechos extraordinariamente injustos”. Entre los remedios está revertir el resultado del partido o reprogramar el partido, ya sea desde el inicio de éste o desde el punto en que ocurrió el incidente.
Los abogados de la NFL dijeron que la demanda corresponde a un tribunal federal por razones que incluyen el posible alcance del caso. Alegaron que la querella toma la forma de una demanda colectiva que podría significar millones de dólares en daños para los tenedores de boletos y otras personas en lo que la demanda llama como “Who Dat Nation”, en referencia a los fanáticos de los Saints.
El abogado Frank D’Amico, quien interpuso la demanda dos días después del juego de campeonato, dijo que si bien la querella hace un recuento de los daños sufridos por los aficionados de los Saints, no pide específicamente una compensación monetaria. En cambio, explicó, busca una orden judicial, bajo la ley estatal, que obliga a Goodell a investigar lo sucedido bajo la regla 17, la cual nunca se ha aplicado.
D’Amico también insistió que no pedía específicamente una orden de la corte para repetir el juego, aunque ello podría ser el resultado si se aplica la regla.
“No estamos tratando de evitar que se lleve a cabo el Super Bowl”, señaló.
Eso pareció sorprender a Gladstone Jones, un abogado de Nueva Orleans que representa a la NFL y que dijo que sería una “gran noticia” que los clientes de D’Amico no intenten impedir o postergar el partido.
En cuanto a la solicitud de D’Amico de una investigación, Jones aseveró que no hay necesidad de eso. Las autoridades de la liga, dijo, han revisado las penalizaciones. “Ellos han hecho su debida diligencia”.
Sus argumentos estuvieron acorde a las posturas tomadas por los abogados de la NFL en informes presentados en los últimos días.
Los abogados dijeron que la NFL no disputa que le ha dicho previamente a los Saints que una o más penalizaciones debieron haber sido decretadas en la jugada y que la liga quiere que sus árbitros en el terreno decreten las penalizaciones.
Pero el documento subraya que el comisionado Roger Goodell, acusado en la demanda junto con la liga, no tiene la autoridad para anular la decisión de un árbitro en el terreno de juego. Indica además que corresponde al comisionado decidir un remedio, no a los poseedores de boletos.
FUENTE: AP