El pistoletazo de salida a la tradicional semana previa a la celebración del Super Bowl 2019, que este año será la edición 53 de su historia, tuvo como protagonistas a los jugadores de los New England Patriots y a Los Ángeles Rams que se reunieron con aficionados y periodistas en la llamada "Opening Night".
Con poco interés por parte de todos los participantes, menos los 10.000 aficionados que pagaron las entradas para ver a los jugadores que acudieron al recinto del State Farm Arena de Atlanta, lo más destacado del encuentro fue la tranquilidad que reinó.
El legendario mariscal de campo Tom Brady, de los Patriots, de 41 años, que disputará el noveno Super Bowl en busca de su sexto título, dijo que no pensaba en la retirada y sí en el recuerdo que tiene del triunfo que logró en su primer Super Bowl, en el 2001, cuando su equipo ganó a los Rams de San Luis.
"Lo más importante que recuerdo del Super Bowl XXXVI es ver el balón pasando encima de los postes y nosotros ganando", declaró Brady, en referencia al gol de campo de 48 yardas del pateador Adam Vinatieri mientras el tiempo se agotaba y que selló la sorpresiva victoria 20-17 sobre el equipo que entonces jugaba en San Luis.
Brady también fue cuestionado sobre las declaraciones del esquinero de Los Ángeles Rams, Nickell Robey-Coleman, quien dijo que la edad había pasado factura al pasador y que ya no era el mismo.
Por su parte el veterano entrenador en jefe de los Pariots, Bill Belichick, 66 años, alabó la gran labor realizada por el joven responsable técnico de los Rams, Sean McVay, quien a sus 33 años se convierte en el más joven que lleva a un equipo a luchar por el trofeo Vince Lombardi de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
"Ha logrado formar un gran equipo que será un rival muy complicado de superar. Pero nuestra obligación es salir al campo a luchar y conseguir la victoria", declaró.
McVay, quien admitió que había intercambiado mensajes de texto con Belichick al concluir cada partido de la temporada regular, alabó la gran clase y talento del veterano entrenador en jefe, que sirve de ejemplo para los jóvenes que llegan a la NFL.
Tras la reunión con los periodistas de más de 180 países, los jugadores de ambos equipos se retiraron a sus respectivos hoteles para comenzar la concentración de cara a la disputa del Super Bowl LIII, mientras que en las calles de Atlanta el ambiente de fiesta ya comenzaba a palparse.
FUENTE: EFE