Aceleró, vio al pelotón detrás de él y festejó. Todo era perfecto para Luka Pibernik, hasta que se dio cuenta de que no era el primero de la quinta etapa del Giro de Italia, sino el único en equivocarse en la meta.
El hecho ocurrió en Messina, lugar en que terminaban los 157 km de recorrido. Pibernik se equivocó al contar la cantidad de vueltas que le faltaban y no escuchó la campana que señalaba que estaban a punto de entrar a la última.
Es por ello que al momento de pasar la meta, dejó de pedalear y festejó con el público. Sin embargo, a los pocos segundos se dio cuenta de que el resto de ciclistas seguían con la ruta y decidió seguir.
Fue por este descuido que el esloveno, que terminó la etapa en el puesto 148. Sin duda, una lección que aprendió de por vida.