Diego Molina, el hombre que se tomó una fotografía con el cadáver de Diego Armando Maradona, fallecido el último miércoles a causa de un paro cardiorrespiratorio, se entregó este sábado a las autoridades policiales de Argentina. Tras la toma de datos, el sujeto quedó en libertad.
Tal como reportan los noticieros argentinos, Molina acudió a la Comisaría Vecinal 15A de Buenos Aires junto a una abogada. Llevaba varias horas desaparecido tras la viralización de las fotos con el cuerpo de Maradona, por lo que las autoridades ya habían emprendido su búsqueda.
Tras permanecer unas horas en la comisaria y brindar sus datos de contacto, Diego Molina fue puesto en libertad y hasta el momento no pesan cargos en su contra. Sin embargo, no se ha salvado de la ira de los hinchas de Boca Juniors, cuya facción radical, la ‘12′, ya lo ha amenazado de muerte por la polémica foto con su ídolo.
Claudio Fernández y su hijo Ismael, contratados por la empresa de sepelios Pinier, también se fotografiaron junto a Maradona ya dentro del ataúd. De las imágenes que trascendieron, en una se ve a Fernández y a su hijo, quien esboza una sonrisa y levanta el pulgar.
“Estábamos acomodándolo para llevarlo”, admitió Fernández en diálogo con radio Diez. “No fue sacada de mi teléfono. Jamás me imaginé que la iban a subir o pasar a un grupo. Pido disculpas”, dijo en ‘La Red’.
La funeraria Pinier despidió a los empleados, lo cual fue confirmado por el propio Fernández, quien trabajó durante siete años para esa empresa.
“Me echaron por algo que no hice. Fue algo instantáneo, apenas levanté la cabeza y mi hijo lo hizo como todo pibe de 18 años”, fue su argumento.
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