Nunca lo vimos igual. Sentado en el banco de suplentes luego de fallar el penal con las manos en el rostro, lleno de lágrimas. La generación de Argentina con Lionel Messi y Javier Mascherano perdía su tercera final de manera consecutiva, esta vez ante Chile en la Copa América Centenario, y sentenciaba una frustración que parecía no tener fin.
En la coronación todos los jugadores mostraron su dolor sin tapujos y también en las puertas del vestuario; sin embargo, fue dentro de él donde escuchamos el conocido "esto no es para mi" y la renuncia a la albiceleste.
Elvio Paolorosso, preparador físico histórico de Gerardo Martino, a quien acompañó en el cuerpo técnico hasta la llegada a Atlanta Unide, completó los espacios en la historia y relató los duros momentos que vivió Lio en el programa radia Jogo Bonit.
"El vestuario después de la Copa América fue muy doloroso, pero lo peor vino después", prologó. "A las 2 de la mañana, más o menos, voy a la utilería, encuentro a Leo, solo, absolutamente solo, llorando como un nene que perdió a la madre", reveló.
"Yo escucho que a veces lo castigan, dicen que después va a Europa y se olvida, que tiene plata, que disfruta. Y estaba tirado, ahí, sin que alguien lo pudiera consolar. Solo, absolutamente solo", completó.
¿Qué hacer si ves al talvez mejor jugador en la historia del fútbol debilitado y en llanto? "No podía hacer nada. Lo abracé y lloriqueamos un poco los dos", contó.
"A Messi lo tuve en Barcelona y en Argentina y lo único que tengo hacia él son palabras de agradecimiento. Siempre colaboró para bien, hasta se fijaba si la cancha estaba dura o blanda".
"Todos los jugadores siempre intentan dar el máximo. Pasa que cada vez llegan más cargados a la Selección, con muchos partidos encima y un desgaste importante y, ante la primera adversidad, lo sufren", concluyó.