Toni Kroos llegó al Real Madrid en el 2014. (Foto: AFP)
Toni Kroos llegó al Real Madrid en el 2014. (Foto: AFP)

No todo lo que brilla es oro. O al menos no para . El mediocampista alemán marcó uno de los cambios que vivió tras pasar del al , y que no tiene nada que ver con lo estrictamente deportivo, sino con las intimidades del vestuario. El cuadro ‘bávaro’, un conjunto de tradiciones, no siempre fue del agrado del volante alemán.

Kroos contó que tras cada encuentro por Champions, el Bayern siempre organizaba reuniones, pero éstas no eran de todo su agrado. Incluso dijo que las encontraba molestas.

“Podemos viajar de regreso inmediatamente después del partido. Lo sabía de manera diferente a Munich en ese entonces. Eso siempre fue agonizante”, desveló Kroos en el podcast que dirige junto a su hermano Felix Kroos: “Einfach mal Luppen”.

En el Bayern “siempre hay un banquete en el programa después de los partidos fuera de casa”, comenta Kroos. Pero durante la cena también hay juegos, “ya no tienes ganas de hacer eso después. Para ser honesto, siempre lo encontré un poco molesto. Estoy muy contento con la forma en que se manejan las cosas aquí”.

Realidades distintas

Lo cierto es que al menos por el momento ambas escuadras viven momentos distintos en el torneo continental. Mientras que el Bayern Munich, actual campeón, ha sumado de a tres en las dos primeras jornadas, el Real Madrid apenas tiene un punto, producto de la derrota en el debut frente al Shakhtar y el empate agónico ante el Monchengladbach.

Los ‘blancos’, últimos en el grupo B, buscarán su primera victoria en la Liga de Campeones el próximo martes 3 de noviembre en el Di Stéfano, cuando reciba al Inter de Milán, con la necesidad de sumar para no comprometer su pase a los octavos de final.

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