Pese a que el partido inició con intensidad venezolana, cuando no haces goles, te los hacen. La ambición del país llanero por lograr su clasificación a la semifinal le costó caro. Tras intentar hacer daño por la banda, su jugada terminó y el contragolpe canadiense fue letal: son un equipo con un gran físico, donde la velocidad es su mayor peligro. Así fue, porque Jonathan David llegó hasta el área venezolana y con mucha destreza logró sacar un centro raso cerca del punto de penal, donde solo y sin marca, Jacob Shaffelburg se encontró con el balón y anotó el 1-0 del partido, haciendo sufrir a la hinchada de la Vinotinto que no deja de gritar: “Tengo fe, mano”. Es importante recordar que el ganador de este partido jugará contra Argentina, que ya está clasificada en la siguiente ronda de la Copa América 2024.