Cristiano Ronaldo le dijo a Martín Liberman en una pasada entrevista que quería jugar la Copa Confederaciones porque quería hacer historia con Portugal una vez más. Le parecía una interesante opción de seguir escribiendo su nombre en la historia del fútbol. Sin embargo, jamás imaginó el escenario que acaba de vivir.
La selección de Portugal protagonizó un genial partido ante Chile, el cual quedó en tablas. En los penales, la figura de Claudio Bravo apareció y dejó sin ninguna opción a los jugadores lusos, sobre todo a Cristiano Ronaldo, quien no pudo - ni siquiera- disparar su penal.
Cuando la figura lusa se dirigía a los vestuarios, Pepe se acercó para consolarlo. Cristiano mostró su incomodidad y le sacó el brazo para indicarle que quería estar solo.
Si bien no fue violento, el gesto de Cristiano Ronaldo reflejó mucha molestia por haber perdido una oportunidad que es muy difícil que vuelva a repetirse. Chile le quitó la posibilidad de lograr un nuevo galardón no conseguido por Lionel Messi, el rival de siempre.