Con un Quispe gigante: las claves del 1-0 sobre Gimnasia y el pase al playoff de la Sudamericana

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Un solitario gol de Piero Quispe puso a celebrar a la hinchada crema y permitió el pase a la siguiente fase. De sus pies nació una genialidad en el primer tiempo para abrirse espacios por el medio y sacar un latigazo que terminó batiendo al arquero rival. El ‘30′ que juega como ‘10′ cerró un partido memorable y fue el principal baluarte de Fossati, quien le dio la confianza para conducir al equipo en un partido que exigía alta concentración por lo que estaba en juego.

La trascendencia de Quispe

No es una sorpresa el nivel que viene mostrando Quispe en Universitario. Desde que se recuperó de su lesión, ha mostrado una regularidad suficiente para ganarle el puesto a Horacio Calcaterra como titular. Piero salió al campo del Monumental a comerse los espacios e imponer su estilo de juego. Siempre con el balón pegado al pie, enganchando hacia los lados y encarando hacia el arco. Fue el mejor de la cancha y el que tuvo mejor rendimiento (7.6 según Sofascore); por eso, apareció para ser determinante en los metros finales y decidir el partido.

Sobre los 40′, cogió el balón por el lado derecho, enganchó hacia adentro, al borde del área, y desde allí sacó un zurdazo que se desvió en un defensor riva y pudo batir al arquero Tomás Durso. Ese grito ahogado de gol explotó al compás del bullicio en el Monumental. Celebró con la tribuna, como se debe, y luego -en el complemento- provocó la expulsión de Ignacio Miramón. Sin duda, Quispe pudo redondar una gran noche y seguramente será determinante en lo que viene.

La solvencia de Riveros

Un punto a favor de la ‘U’ fue la parte defensiva y allí destaca Williams Riveros. El central paraguayo tenía unas cal y otras de arena en el torneo local, pero ante Gimnasia sacó a flote esa jerarquía para jugar un torneo internacional y responder en cancha. Fue el baluarte en defensa que necesitó el equipo de Fossati para darle equilibrio y mantener la solvencia a su línea. Jugó por encima de los 7 puntos, pero siempre decisivo al momento de ‘apagar los incendios’ atrás.

Por otro lado, también tuvo la difícil misión de contrarrestar a Cristian Tarragona, el ‘9′ y capitán de Gimnasia. Riveros lo referenció, lo esperó y le ganó la mayoría de duelos, aunque también sufrió para marcarlo. Eso sí, cuando se trató de salir, pudo encontrar siempre un compañero para descargar. Cumplió con su función y se llevó el reconocimiento del hincha crema.

El regreso de Polo

Si hubo alguien que dejó buenas sensaciones, ese fue Andy Polo. El extremo merengue hizo su reaparición en el once titular de Fossati tras superar una lesión y destacó por la banda derecha. Se le notó recuperado, haciendo ese recorrido para apoyar en la marca y mostrarse como una opción más en ofensiva por su zona. Corrió, encaró y le llevó problemas a la defensa rival, que estuvo siempre pendiente de lo que podía hacer con sus individualidades.

Polo buscó el arco contrario, se juntó con Alex Valera para crear sociedad en el mediocampo y también tuvo la oportuniad de lanzar centros para que los delanteros puedan anotar. Pero no tuvo una situación clara de gol. Eso sí, por cómo se vio y lo que mostró en cancha, queda confirmado que está para jugar los 90′. Su lesión es cosa del pasado y Universitario ganará mucho con él entre los titulares.

La rebeldía de Valera

Universitario gana mucho con la presencia de Alex Valera en la cancha. El atacante crema no solo es el máximo goleador de la temporada en el equipo, sino es un elemento que contagia al grupo. Esta vez, no tuvo la oportunidad de dejar su huella en el marcador, pero sí lo hizo en el campo de juego: fue el que más buscó entre los centrales, el que más intentó y el que más transmitió. Valera es un jugador temperamental que pelea todos los balones y busca el espacio para atacar.

De hecho, hacer dupla con Emanuel Herrera arriba le permite retroceder unos metros para participar más del juego. En el primer tiempo, Valera buscó a Quispe y a Polo para darle mejor opciones de ataque a la ‘U’. Y cuando Herrera salió, Valera se sintió libre para jugar entre los defensores, como acostumbra a hacerlo. Será clave para la siguiente instancia del torneo.

Las decisiones de Fossati

El técnico crema supo resolver las contigencias de este partido. Ante las bajas de Rodrigo Ureña y Nelson Cabanillas, Fossati optó por colocar a Alfonso Barco y José Bolívar, quienes hicieron un buen partido. El uruguayo no cambió su sistema de juego (3-5-2), sino que solo movió sus fichas. Y eso, al final de cuentas, permitió que el equipo juegue bajo su idea y con la propuesta de siempre. No se notaron las ausencias, lo cual representa un mérito en lo colectivo.

Asimismo, en el segundo tiempo, Fossati supo leer el juego y realizar los cambios en los momentos precisos para oxigenar al equipo. Y, cuando ya el partido entró a su recta final, apostó por cuidar el resultado y aprovechar la ventaja numérica que tenía sobre el rival debido a sus expulsiones. El DT tuvo influencia en el resultado y eso le da tranquilidad al grupo.

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