La pequeña ilusión que Universitario de Deportes tenía por empatar la serie por Copa Sudamericana ante Corinthians, que jugó con su equipo B, se esfumó con ese sorpresivo gol de Ryan a los 90+2′. Aquel tanto enterró cualquier esperanza de cambiar un destino casi consumado y apagó la llama da la clasificación. La derrota fue dura, golpeó hondo y dejó un dolor que todavía late al compás de los latidos del corazón. Tomará tiempo cicatrizar esa herida, porque el equipo de Jorge Fossati dejo la impresión de que se podía pelear. Y, precisamente, cuando ocurre esta clase de situaciones y pese a ello la clasificación no se da, el fastidio se eleva a la máxima potencia.