¿Qué es peor para un equipo considerado grande: perder una final o descender? La pregunta parece ser simple, pero la respuesta es compleja, múltiple, laberíntica. Para muchos el no haber perdido la categoría nunca en la historia es casi como un título, más aún porque con el paso del tiempo son menos los clubes que tienen el rótulo de “no descendido”. Por eso mismo, el fútbol brasileño, y sudamericano, está atento a la situación que se vive con Cruzeiro, que a falta de dos fechas se encuentra en zona roja.
El equipo que supo ganar dos Copas Libertadores (una a Sporting Cristal en 1997), dos Supercopas Sudamericanas, una Recopa Sudamericana, seis Copas de Brasil, 38 Campeonatos Mineirao y cuatro ligas, vive una crisis institucional y futbolística que podría terminar en su primer descenso en sus 98 años de vida.
El pasado lunes, los de Belo Horizonte perdieron 1-0 ante Vasco Da Gama en condición de visitante. El resultado les impidió pasar al Ceará, el último club que se está salvando por dos puntos de ventaja y esta tarde podría alargar la brecha (recibirá a un irregular Corinthians a las 5:30 p.m.). La distancia entre uno y otro equipo es corta y uno podría imaginar que Cruzeiro tiene todo para salvar el apocalipsis, pero sus próximos dos rivales hacen creer que no.
Los dirigidos por Adilson Batista primero visitarán este jueves (5:15 p.m.) a Gremio, que marcha tercero en el Brasileirao y en los últimos tres años ganó la Libertadores y llegó a dos semifinales. Luego, en la última jornada (domingo 2 p.m.), ‘Zeiro’ recibirá al vigente campeón del torneo brasileño y el más ganador con diez títulos: Palmeiras. El ‘Verdao’ se ubica en el cuarto puesto de la actual tabla.
Cruzeiro inició el 2019 por todo lo alto con Mano Menezes en el banco de suplentes. En los primeros cuatro meses del año, los de Belo Horizonte ganaron su segundo Mineirao consecutivo venciendo en la final al Atlético Mineiro, su máximo rival. Hasta ese momento, entre torneos locales y Libertadores, habían cosechado números extraordinarios: 15 victorias y cinco empates en 20 partidos.
Sorprendentemente todo empezó a ir cuesta abajo en los próximos encuentros. Al duelo por los octavos de final de la Libertadores ante River Plate llegaron con cuatro triunfos en 18 duelos. La llave ante los argentinos fue el detonante para dar por terminado el ciclo de Mano Menezes al mando del conjunto brasileño.
“Nuestro equipo juega a crear poco y matar el partido. Yo no encajo en ese estilo”, reclamó Fred luego de ser eliminados ante los ‘Millonarios’. El delantero no fue titular, pero ingresó a los 72 minutos.
Dieciséis días después de las quejas de Fred, y tras perder la semifinal de ida ante el Inter de Paolo Guerrero, Menezes fue destituido. Y ahí empezó la caída libre del Cruzeiro.
En menos de cuatro meses, el cuadro azul lleva técnicos distintos. Primero llegó Rogerio Ceni, pero a los 47 días fue cesado de su cargo (ocho partidos, dos victorias, dos empates y cuatro derrotas). En su lugar llegó Abel Braga, exentrenador de Flamengo antes de Jorge Jesús, pero renunció tras 14 encuentros (tres triunfos, ocho igualdades y tres caídas). Por último, Adilson Batista, quien fue echado de Ceará, asumió el 30 de noviembre y cayó en su debut (el 1-0 ante Vasco Da Gama).
Los técnicos de Cruzeiro en 2019:
| TÉCNICO | TIEMPO | PJ | PG | PE | PP | EFICACIA % |
|---|---|---|---|---|---|---|
| Mano Menezes | 19/01 - 08/08 | 43 | 19 | 12 | 12 | 53.4 |
| Rogerio Ceni | 11/08 - 26/09 | 8 | 2 | 2 | 4 | 33.3 |
| Abel Braga | 30/09 - 29/11 | 14 | 3 | 8 | 3 | 40.4 |
| Adilson Batista | 30/11 - act. | 1 | - | - | 1 | 0 |
La crisis en la que está sumergida Cruzeiro mantiene en vilo a sus torcedores. Muchos hinchas seguramente quisieran cambiar sus trofeos por no jugar la Serie B el otro año.
Ninguna otra pérdida de categoría hizo tanto ruido como el de River de Argentina. La mayor crisis institucional en la historia de uno de los clubes más populares en el mundo derivó en el descenso en el año 2011. Los mandatos de José María Aguilar y Daniel Passarella vaciaron al equipo hasta que se llegó a un punto de no retorno y el 26 de junio, tras empatar con Belgrano en el Monumental, descendió por primera vez al Nacional B.
En aquellos años jugó un peruano: Josepmir Ballón. El volante jugó en el ‘Millonario’ entre 2010 y 2011. Actualmente es considerado como uno de los peores fichajes en la historia del club.
En la temporada 2005-06 estalló en Italia el “Calciopoli”, un escándalo que involucró a varios clubes en maniobras de arreglos de partidos. La Juventus era el más comprometido y como consecuencia fue obligado a jugar en la Segunda. Además, se le quitaron sus últimos dos títulos ligueros y debió arrancar la Serie B con 9 puntos menos. En 2007, retornó a la Serie A. Y desde ese entonces ha ganado los últimos ocho Scudettos.
El conjunto gaúcho descendió por primera vez en su historia en 2016 después de empatar 1-1 con Fluminense por la última fecha del Brasileirao. El equipo nunca pudo enderezar una campaña que arrancó torcida y tuvo que jugar en la Serie B de Brasil.
Uno de los clubes más populares de Brasil conoció la Segunda División en 2007. La salida del grupo inversor MSI y la pérdida de grandes jugadores como los argentinos Carlos Tévez y Javier Mascherano concluyó con el descenso en la temporada 2006-07. Nelsinho Baptista era su DT.
Aunque cueste creer, el rossonero descendió dos veces en tres años. En la campaña de 1979-80, Milán perdió la categoría por un fraude deportivo que salió a la luz. Volvió al año siguiente, pero en la temporada 1981-82 se volvió a ir a Segunda tras acabar en el puesto 14 de 16 equipos.
El equipo más grande de Inglaterra conoció la Segunda División en 1974. Luego de ganar la Copa de Europa en 1968, el United comenzó a tambalear en el ámbito local hasta que descendió de la mano de su entrenador Tommy Docherty. No fue su primera vez, ya que bajó también en 1922 y 1931, pero sí la más dolorosa.
El vigente campeón de la Champions League tocó fondo en 1954. Último entre 22 equipos con apenas 28 puntos en 42 fechas, descendió por primera vez en su historia. Lo más grave de todo es que recién volvería a la Premier luego de 8 años, en la temporada 1961-62.
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