Eduardo Camavinga no cuenta con los mismos reflectores que Kylian Mbappé, pero llega al Real Madrid para potenciar un mediocampo que comienza a sentir el paso de los años. (Foto: Agencias)
Eduardo Camavinga no cuenta con los mismos reflectores que Kylian Mbappé, pero llega al Real Madrid para potenciar un mediocampo que comienza a sentir el paso de los años. (Foto: Agencias)

Roazhon Park, 18 de agosto de 2019. Se jugaba la segunda jornada de la 2019-20 y el recibía al Paris Saint-Germain que llegaba con sus mejores figuras. Dos años después de aquella noche en la que todas esas estrellas del conjunto parisino terminaron estrelladas en un 2-1, el terminaría fichando a la figura de aquel partido. No, no fue. Con 16 años y unos dreads juguetones en la cabeza, se cargó al equipo más costoso de Francia con la simpleza de su juego y un despliegue poco habitual en un mediocampista de su edad. Hoy, con el mismo peinado y la brillante sonrisa que lo acompaña a todos lados, .

El fichaje de Eduardo Camavinga se dio de manera sorpresiva. Probablemente todo el mundo haya estado al pendiente de los últimos guiones de la novela Mbappé-Real Madrid, sin embargo, cuando el nombre de un francés fue anunciado como el nuevo inquilino de la casa blanca, pocos esperaron que fuera el del mediocampista de 18 años. Dada sus características de juego y el precio que pagaron por él –30 millones de euros líquidos, que pueden ser 40 millones si contamos los objetivos a cumplir–, su incorporación ha sido pensada para obtener resultados en el mediano y largo plazo, pues aunque es evidente que será tomado en cuenta por Carlo Ancelotti, sus primeros partidos de rodaje los jugará en el Real Madrid Castilla.

Eduardo Camavinga marcando a Kylian Mbappé en un partido entre el PSG y el Stade Rennes. (Foto: AFP)
Eduardo Camavinga marcando a Kylian Mbappé en un partido entre el PSG y el Stade Rennes. (Foto: AFP)

Pero, ¿quién es Eduardo Camavinga y por qué, aunque no es Mbappé, los hinchas del Real Madrid deben ilusionarse con su fichaje? A decir verdad, no es la primera vez que desde Valdebebas han estado interesados en él, ya que su nombre ha estado en carpeta desde los tiempos en que Zinedine Zidane era el director técnico (“es bueno, joven y con futuro”, apuntó en su momento). Ya sin su compatriota en el banquillo merengue, el exjugador del Rennes reúne las condiciones necesarias para potenciar el mediocampo blanco que, sin que suene duro decirlo, ya comienza a sentir el paso de los años en jugadores como Luka Modrić, Toni Kroos y Casemiro.

Un escape de supervivencia

La Gran Guerra de África aún estaba en sus años más cruentos cuando la familia Camavinga, liderada por Celestino y Sofía, tuvo que escapar de la República Democrática del Congo –el país más golpeado del conflicto– para salvar sus vidas. Con un saldo final de alrededor de 5.4 millones de muertes, probablemente no hubieran sobrevivido si se quedaban. La única solución que encontraron fue tomar el camino menos complicado hasta llegar al país más cercano hacia el sur, Angola.

Sin embargo, Angola tampoco era una zona segura para ser habitada dadas las condiciones inhumanas provocadas por la guerra civil que la azotaba desde 1975. Celestino, preocupado por su esposa que estaba entrando en etapa de gestación, se las ingenió para acomodarla junto a sus cinco hijos al lado de millones de refugiados que también habían escapado del Congo. En ese contexto tan desfavorable y doloroso para tantas vidas, Eduardo Celmi Camavinga (Miconje, Cabinda, 10 de noviembre de 2002) nació como la esperanza viva de una familia ahuyentada por el sufrimiento, el hambre y las bombas.

La guerra civil de Angola fue una de las más crueles y largas de la historia de África. Pese a llegar a ese país escapando de otra guerra en el Congo, tras el nacimiento de Eduardo la familia Camavinga tuvo que refugiarse en Francia. (Foto: Recorte)
La guerra civil de Angola fue una de las más crueles y largas de la historia de África. Pese a llegar a ese país escapando de otra guerra en el Congo, tras el nacimiento de Eduardo la familia Camavinga tuvo que refugiarse en Francia. (Foto: Recorte)

En 2004, a pesar de que la muerte de Jonas Savimbi –uno de los militares más duros del conflicto armado– puso el fin a la guerra civil en 2002, las consecuencias de tanto dolor en un solo territorio se habían vuelto insoportables para la familia Camavinga y tuvieron que huir una vez más. Pero el punto de llegada no estaría en algún país cercano del África, pues muchos estaban en una situación similar, sino más hacia el norte hasta llegar a Europa: Francia, exactamente en Lille.

Del judo al fútbol gracias a mamá

Desde que llegaron a esta ciudad ubicada a orillas del río Deûle, la vida de Eduardo Camavinga y la de su familia cambió gracias a que se afincaron cerca de una zona donde la actividad económica era más estable. Sin tantos pormenores como Angola, Celestino y Sofía criaron a sus seis hijos dentro de una sociedad más equilibrada y con más oportunidades para todos.

Poco a poco, ‘Edu’ fue conociendo las bondades de la práctica deportiva y terminó inclinándose por el judo. Sin embargo, desde que su familia decidió mudarse a Fougères, su personalidad extrovertida comenzó a inquietar a su madre y esta lo empujó a que deje el judo por el fútbol. A pesar de que en un principio no le gustó la idea, el menor de los Camavinga no solo no tardó en adaptarse a este nuevo deporte, sino también mostró cualidades para destacar en él. “Estaba haciendo judo. Nunca debería haber jugado al fútbol, no quería. Fue su madre quien lo registró, porque vivía en el barrio contiguo al estadio y rompía todo en la casa mientras jugaba al fútbol”, contó Nicolás Martinais, amigo cercano de la familia Camavinga, sobre la conversión de Eduardo de judoca a futbolista.

Así como lo incitó a que se decante por el fútbol, la madre de Eduardo Camavinga gestionó sus papeles para inscribirlo en el AGL-Drapeau Fougères, club de la ciudad donde su juego encantó a todos desde la primera vez que pisó un balón. “Cuando queríamos mantener un resultado, lo poníamos a la defensiva y cuando queríamos ganar el juego, lo poníamos en ataque. Tenía cualidades extranaturales”, comentó alguna vez Jo Burel, el entrenador que lo tuvo la primera vez que pisó la institución de Fougères. “Es la primera vez que veía un jugador de su edad con esas cualidades: velocidad, flexibilidad, destreza con el balón y versátil”, añadió.

Una perla más de la cantera del Rennes

Cuando cumplió once años el nivel de Eduardo Camavinga ya le pedía mayor exigencia, tanto en la cuestión formativa como en la competitiva. Por tal motivo sus padres lo llevaron a probarse en el Stade Rennes, uno de los clubes con mayor prestigio en la región de Bretaña, especializado en consolidar a los más talentosos del país hasta llevarlos a debutar en la Ligue 1.

Desde que pasó las pruebas para quedarse, sus condiciones técnicas sorprendieron a todos los entrenadores que lo tuvieron en las inferiores de los ‘Rouges et Noirs’. Su agilidad, inteligencia y fortaleza física lo ayudaron a escalar rápidamente cada una de las categorías del club, hasta llegar a entrenar con el primer equipo desde que tenía 15 años.

Eduardo Camavinga salió del Stade Rennes como uno de los mediocampistas más prometedores de toda Francia. (Foto: AFP)
Eduardo Camavinga salió del Stade Rennes como uno de los mediocampistas más prometedores de toda Francia. (Foto: AFP)

El debut oficial de Eduardo Camavinga con los colores del Stade Rennes se dio el 6 de abril de 2019, en un encuentro frente al Angers válido por la jornada 31 de la temporada 2018-19. Aunque solo jugó seis minutos en el empate 3-3, sus primeras corridas como profesional en el Stade Raymond Kopa rompieron varios récords: 1) Se convirtió en el primer jugador nacido en 2002 que debutaba en una de las cinco grandes ligas de Europa. 2) Con 16 años, 4 meses y 26 días, superó a Kylian Mbappé como el jugador más joven en debutar en la Ligue 1. 3) Asimismo, con los mismos datos de su edad se convirtió en el futbolista más precoz en defender al Rennes en un partido oficial. En total, en aquel curso jugó siete partidos en la Ligue 1 y otros 13 en el Rennes II, filial del club, en los que anotó cuatro goles.

Su crecimiento no se detuvo en la Ligue 1 2019-20, donde fue nombrado el mejor jugador del mes de agosto, rompiendo un nuevo récord al ser el jugador más joven en conseguir dicha distinción. Asimismo, también se estrenó a nivel internacional ante el Celtic de Escocia por la fase de grupos de la Europa League y, meses después, marcó su primer tanto como profesional ante el Olympique de Lyon por la décimo octava jornada del campeonato doméstico –y una vez más, quebró la marca de la edad más temprana en hacerlo con el Rennes–. Cerró la campaña con 29 partidos encima contabilizando todos los torneos, con un dato que llamó la atención de muchos ojeadores del mundo: su porcentaje de precisión en los pases rondaba los 87.7%, siendo uno de los mejores en ese aspecto en la Ligue 1.

La consolidación del ‘rompe récords’

La temporada 2020-21 no hizo más que confirmar el nombre de Eduardo Camavinga como el mediocampista más prometedor del fútbol francés (35 partidos, un gol y una asistencia). Para entonces, además de haber rechazado una oferta del Borussia Dortmund –quienes consideraron excesivas las pretensiones económicas del Rennes–, ya había hecho su debut oficial con la selección de Francia en la UEFA Nations League –gracias a que obtuvo la nacionalidad gala– y había quedado dentro de los veinte finalistas del Golden Boys 2020, premio que destaca al mejor futbolista europeo menor de 21 años (¡y él recién acababa de cumplir 18!).

Kylian Mbappé y Eduardo Camavinga jugando juntos en un partido de la selección de Francia. (Foto: AFP)
Kylian Mbappé y Eduardo Camavinga jugando juntos en un partido de la selección de Francia. (Foto: AFP)

Didier Deschamps, técnico de ‘Les Bleus’, quedó encantadísimo con su incorporación al seleccionado francés y no dudó en deshacerse en elogios ante su nueva joya. “Puede que sea pronto, pero tarde o temprano, habría venido. En cuanto a personalidad, se nota cuando está sobre el terreno de juego. Ejerce una influencia pese a su juventud. Es capaz de hacer grandes cosas a su edad. Habrá que estar atentos, pero tiene un potencial que hace que vaya a ser parte integrante de esta selección tarde o temprano”, comentó después de su debut frente a Croacia. “Eduardo nos deja totalmente alucinados por su madurez, ya sea dentro o fuera del campo. Lo que más me sorprendió al llegar a Clairefontaine (lugar de entrenamiento de la selección) fue encontrarme con alguien muy sonriente, cómodo con todo el mundo, sociable”, añadió su compañero de equipo, Olivier Giroud.

Ligue 1Partidos jugadosMinutos jugadosAcierto en pases (%)Entradas exitosas por partido
2018-19736488.5%3.3
2019-2025211287.7%4.2
2020-2135241389%2.8
2021-22 (En curso)414290.3%1

Camavinga, la joya de trabajo silencioso

Desde aquel partido del 18 de agosto de 2019 hasta la actualidad, mucha agua ha corrido en el río donde navega la carrera futbolística de Eduardo Camavinga. Si bien su fichaje terminó siendo sorpresivo, tarde o temprano será parte del proyecto que intenta plantear Carlo Ancelotti en su segunda etapa como entrenador del Real Madrid. Tiene 18 años y su soltura técnica, visión de juego, capacidad de reacción ante la presión rival y su precisión en el pase de distribución, podrían aportarle mayores recursos al mediocampo madridista.

Eduardo Camavinga es un jugador para ser llevado con cautela, y más en una institución tan absorbente en todo sentido como el Real Madrid. No obstante, así como su silencioso trabajo en el centro del campo acaparó las miradas de todos en un duelo frente al PSG cuando solo tenía 16 años, tal vez su llegada a la capital española –igual de silenciosa– copará las portadas de los diarios en su debido momento. .

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